Capítulo 24: Flor marchita.

1.9K 140 8
                                    

Evelyn

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Evelyn.

Mi cuerpo se estremeció ante sus palabras. Era como si estuviera poseído. No era Matthew, el alcohol estaba en sus venas y no era bueno. Menos si ambos intentábamos sacar lo que teníamos dentro, palabras llenas de rabia y dolor.

—Suéltame. —Pedí.

—No.

—Déjame ir. —Forcejeo quitando su mano de mi. Di pasos atrás cuando logré quitar su agarre.

—No puedes huir ahora. No pienses en ir con tu amante. —advirtió.

—No pienso hacer eso. Pero tampoco puedes prohibirme nada.

—Cuando vas a entender que yo soy tu esposo. Yo puedo hacer lo que quiera contigo. —dio pasos amenazantes hacia mi. Retrocedí lo que pude pero mi espalda chocó con la pared.

Nunca sentí miedo hacia Matthew, porque sabía que nunca sería capaz de golpearme, pero ahora viendo su estado, comienzo a dudar de eso.

«Necesito salir de aquí»

Me acorraló sin piedad, jamás lo había hecho y su cercanía me hizo sentir el fuerte aroma a alcohol.

«¿Cuánto alcohol bebió?»

Mis ojos escanearon la sala y mis ojos se fijaron en la botella de whisky sobre la mesa de centro. Está casi vacía. ¿Como demonios sigue de pie? Debe tener una buena resistencia al alcohol para estar así.

Lo empuje hacia atrás para escapar de allí. Matthew se tambalea pero se recupera rápidamente. Respire hondo y camine hacia el ascensor, pero recordé que en la entrada estarían esperando todos los reporteros.

Me detuve frente al ascensor. Debía pensar en una mejor opción que bajar y enfrentarme a todo eso. Matthew se mantuvo quieto con la cabeza hacia abajo, parecía más tranquilo.

—¿Sabes Laura? —pronunció Matthew haciendo que me girará para mirarlo.

Acaba de llamarme como a su madre. Los efectos del alcohol deben estar apareciendo.

—Eres una flor marchita...estás podrida por dentro... —apoyó sus manos sobre el respaldo del sofá buscando agarré. —tú me convertiste en esto... —susurro con tristeza.

"Ella lo convirtió en esto."

Una bocanada de aire abandona mis pulmones dejando caer mis hombros. Veo como las piernas de Matthew fallan y sus rodillas se flexionan cayendo despacio al suelo. Ya no estaba peleando conmigo, si no que con su madre.

Me acerqué a él. Sus manos aún estaban del sofá colgando. Supongo que no tenía tanta resistencia al alcohol después de todo. El sonido metálico de la cerradura cerrándose me distrae nuevamente llevando mi mirada sobre mi hombro en dirección de la habitación de Isabel.

Esposa PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora