| Completa |
*Primer libro*
Mentiras, engaños, apariencias, y un matrimonio aparentemente perfecto, la mezcla perfecta para el caos.
Evelyn y Matthew llevan cinco años de un próspero matrimonio sin amor. Cinco años viviendo de apariencias, por qué...
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Matthew me ignoró por todo el camino hacia la empresa. Creo que herí su frágil ego. No me importa mucho que digamos. Y tampoco me hizo sentir mal lo que le dije. Pero a pesar de eso fue imprudente lo que dije, últimamente realmente siento que exploto o explotare fácilmente.
Me tomé muy literalmente las palabras de Mark, pero él tenía la razón, aunque odiara admitirlo. Por qué siempre la tenía y algo dentro de él le encanta saber que la tiene.
Baje del auto con elegancia tomando la mano de Mark. Matthew estaba molesto, así que solo entró a la empresa sin mirar atrás. Los empleados que se encontraban en la recepción se pusieron un poco nerviosos, dejando el camino despejado.
Todos podían notar su molestia. Y todos le tenían un cierto temor cuando estaba así.
Mark camino a mi lado, estaba más pegajoso que antes. Desde que salimos del Penthouse no se despega de mí. No me molesta, pero es algo raro, ya que en el exterior siempre mantiene su distancia.
Subimos al ascensor junto a los demás quedando en la parte de atrás. Sus dedos rozaron mi mano con intención de tomarla, Sonreí ante ese gesto.
Pero mi sonrisa se fue de inmediato, al ver que Matthew nos miraba sobre su hombro.
Mark se alejó de inmediato. Se podía notar un poco tensó, bueno no es por menos, Matthew cada vez que lo mira es como si lo fuera a devorar.
Las puertas del ascensor se abrieron y nos dejó salir, abriéndonos paso entre ellos. Caminamos a la sala de juntas donde casi siempre corría sudor y sangre. A veces eran demasiado rudos con lo que sería mejor para la empresa.
Mark se apegó a mí por la espalda.
—Buena suerte, corazón. —susurro.
«Gracias» pensé.
Sus palabras me daban valor. Entré a la sala y tomé asiento en mi lugar, al lado de Matthew. Mark debía quedarse afuera a esperar como todos los guardaespaldas.
Usualmente no debería tomar lugar en reuniones como esta. Pero Maximilian dice que soy una parte importante para la empresa y para él por lo que debo asistir.
Maximilian entró por la puerta y la reunión comenzó.
(💍)
Mi mirada corrió por las fotografías del escritorio. Mi suegro realmente amaba a su esposa y a su hijo. Muchas fotografías de ellos juntos estaban enmarcadas en el escritorio.
Matthew de niño era adorable, no sé qué le sucedió.
Maximilian mantiene esa mirada amable y compasiva, a pesar de siempre dar una vibra de superioridad. Laura, la madre de Matthew sigue igual. Su mirada fría e inmóvil. Ella sí que no ha cambiado nada.
Tía Charlotte y ella son amigas. O mejor dicho conocidas, y ellas planearon mi matrimonio.
Sus personalidades e ideales son muy parecidos así que congeniaron a la perfección.
