Capítulo 3: Corazón acelerado.

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Las voces de las personas a mi alrededor se habían vuelto molestas, llevo horas escuchándolos, siempre lo mismo, negocios por aquí, negocios por acá

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Las voces de las personas a mi alrededor se habían vuelto molestas, llevo horas escuchándolos, siempre lo mismo, negocios por aquí, negocios por acá. Bueno es una fiesta de negocios, es obvio que el tema principal sería ese, pero luego de escuchar tanto es realmente estresante. Se supone que esto debería ayudarme a distraerme, pero hacerle favores a Matthew no es divertido.

Él debería estar aquí, no yo.

Pero también quiero olvidar el hecho de que hay una mujer en el Penthouse que podría tomar mis cosas, pero al menos Mark le puso llave a mi cuarto. Tía Charlotte me enseñó a nunca prestar o dejar que otras mujeres que no sean de mi confianza tocaran mis cosas.

Podrían hacer cualquier cosa, tal vez mi tía veía muchas películas. Pero nunca se sabe, y de todos modos mujer preparada vale por dos.

Un suspiró escapa de entre mis labios mientras centro mi mirada simplemente en la copa burbujeante de champagne. Luego de unos minutos vacíos busco a Mark con la mirada, ¿Dónde se metió este hombre? Suspiró otra vez sujetando la copa de Champagne en mi mano derecha, creo que me pasaré suspirando todo el tiempo que me quede en este lugar.

Mi vestido oscuro de fiesta hacía resaltar mi figura, por lo que podía sentir aquellas miradas de las chicas clavándose en mi cuerpo. Es realmente molesto tener todas esas miradas sobre mí a cada hora del día, en la empresa, en la calle, en las fiestas, todo por ser el diamante de Matthew.

Doy un sorbo a la copa de Champagne sintiendo que alguien me toca el hombro, me sobresaltó girando rápidamente para ver que Mark me había tocado el hombro. Respiró profundo recuperando el aire que había perdido.

En serio algún día de estos lo voy a matar, por asustarme así. Es un maldito fantasma.

—Ya volví—habla Mark sonriendo.

—Si me di cuenta. —Pongo mi mano sobre mi pecho llenando mis pulmones de aire.

—Lamento desaparecer así, estaba hablando con unos posibles inversionistas. —Explica Mark.

A Mark no le gusta meterse mucho en temas que involucren a la empresa, pero a veces es de gran ayuda.

—¿De verdad? ¿Y quiénes eran? —preguntó interesada, olvidándome del hecho de que me había faltado el aire por el susto.

—Pues un pajarito me contó que los Greyson firmarán el contrato.

Matthew lleva varias semanas tratando de firmar el contrato con los Greyson, son una gran oportunidad para la empresa y el padre de Matthew también quiere ese contrato, por lo que espero que mi charla con ellos haya servido de algo y si firmen, eso beneficiaría a la empresa.

—Pero ¿Quién fue tu pajarito? Moneda de diez centavos. —Exijo, quería saber quién había sido. Me causaba curiosidad.

—Pues es mi pajarito. No puedo decirlo.

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