AMANTE ETERNO MEWGULF

🩸❤️‍🔥 Capitulo 51 ❤️‍🔥🩸

En la antesala del quirófano, Jimmy se quitó los guantes de látex y, los arrojó a un contenedor. Le dolía la espalda después de pasar horas inclinado sobre Mew, cosiendo el intestino del guerrero y curando la herida de su cuello.

-¿Vivirá? -preguntó Khao cuando salió del quirófano. Estaba débil por toda la sangre que le había dado, pálida y nerviosa.

-Pronto lo sabremos. Eso espero.

-Yo también.

Quiso alejarse, negándose a mirarlo a los ojos. -Khao...

-Sé que lo sientes. Pero no es a mí a quien debes ofrecer tu arrepentimiento. Podrías empezar con Gulf. Si es que quiere oírte.

Mientras la puerta se cerraba con un siseo, Jimmy se apoyó en la pared, sintiéndose mareado.

Oh, santo Dios, el dolor en el pecho. El dolor por acciones que nunca podrían deshacerse.

Jimmy se deslizó lentamente hasta quedarse sentado en el suelo, y se quitó el gorro de cirugía de la cabeza.

Por fortuna, el Rey Ciego tenía la constitución de un verdadero guerrero. Su cuerpo era resistente, con una extraordinaria voluntad. Aunque no habría sobrevivido sin la sangre casi pura de Khao.

O quizá sin la presencia de su shellan. Gulf había permanecido a su lado durante toda la operación. Y a pesar de que el guerrero había estado inconsciente, su cabeza siempre estuvo dirigida hacia él . Le había estado hablando durante horas, hasta casi quedarse ronco.

Y aún se encontraba allí con él, tan agotado que apenas podía sentarse erguido, pero se había negado a que le revisaran sus propias heridas, y no había querido comer.

No quería separarse de su hellren.

Jimmy se levantó y tambaleándose, se dirigió hasta los fregaderos del laboratorio. Aferró los grifos de acero inoxidable y se quedo mirando fijamente los desagües. Sintió ganas de vomitar, pero su estómago estaba vacío.

Los hermanos estaban fuera. Esperando que les llevara noticias.

Y sabían lo que él había hecho.

Antes de que Jimmy entrara a operar. Singto lo había aferrado por la garganta. Si Mew moría en la mesa de operaciones, el guerrero le habla jurado que los hermanos lo colgarían por los pies y lo golpearían con los puños desnudos hasta desangrarlo. Allí, en su propia casa.

No cabía duda de que Zee les habla contado todo.

Dios, si pudiera regresar a ese callejón -pensó Jimmy--. Si nunca hubiera ido allí.

Nunca debió acercarse a un miembro de la Hermandad con una petición tan indigna, ni siquiera al que carecía de alma. Después de hacerle la propuesta a Zee, el hermano lo había mirado fijamente con sus terribles ojos negros, y Jimmy se había dado cuenta de inmediato de que había cometido un error.

Zee podía estar lleno de odio, pero no era un traidor, y le ofendió que le hubiera pedido que matara a su rey.

-Mataría gratis -había gruñido Zee-. Pero sólo si fueras tú. Apártate de mi vista, antes de que saque mi cuchillo.

Nervioso, Jimmy se había alejado de allí a toda prisa, para encontrarse con que estaba siendo seguido por lo que supuso que debía de ser un restrictor. Era la primera vez que se encontraba cerca de un muerto viviente, y se sorprendió que los miembros de la Sociedad tuvieran la piel y el cabello tan claros.

Aun así, aquel hombre representaba la maldad en estado puro y estaba preparado para matar. Atrapado en un rincón del callejón, enloquecido por el miedo, Jimmy había empezado a hablar, no sólo para lograr su objetivo sino también para evitar ser asesinado.