AMANTE ETERNO MEWGULF

🩸❤️‍🔥 Capitulo 42❤️‍🔥🩸

En la alcoba del piso interior, Gulf cerró el grifo de la ducha, mientras buscaba una toalla, su nuevo anillo de compromiso resbaló sobre la repisa de mármol,

-Oh, eso no está bien. Nada bien... -Cerró la mano, pensando que había tenido suerte de que Mew estuviera en el piso de arriba supervisando los preparativos para la ceremonia. Aunque quizá aquel sonido se había escuchado en el primer piso.

Se preparó antes de mirar hacia abajo, convencido de haber roto el rubí o de haberle quitado un trozo. Pero estaba en perfecto estado.

Tendría que acostumbrarse a usar aquel anillo, para no andar dándole golpes a cada instante.

Ojala todas las cosas de la vida a las que iba a tener que acostumbrarse fueran igual de difíciles, pensó irónicamente. El novio te desliza un pedrusco de incalculable valor en el dedo. Qué cosa tan molesta.

Tuvo que reírse mientras se secaba. Mew le había puesto aquella sortija con mucho orgullo. Le había dicho que era un obsequio de alguien a quien conocería esa noche.

En su boda.

Dejó de secarse durante un segundo. Dios, esa palabra. Boda. ¿Quién hubiera pensado que él...?

Alguien golpeó suavemente la puerta de la habitación.

-Hola, Gulf. ¿Estás ahí? -La desconocida voz de un chico sonó amortiguada.

Gulf se puso la bata de Mew y se dirigió hacia allí, pero no abrió la puerta.

-¿Sí?

-Soy Krist. El shellan o esposo de Singto. He pensado que te gustaría que alguien te ayudara a prepararte para esta noche, y te he traído un traje de ceremonia, por si no tienes ninguno. Está bien, la verdad es que soy el típico vampiro doncel chismoso, Y estaba muerto de curiosidad por conocerte.

Gulf abrió la puerta. Guau.

Krist no tenía nada de típico. Cabello rojo incandescente, rostro de dios grecorromano y un aura de total autodominio. Su traje azul intenso resaltaba su colorido como un cielo otoñal cubierto de hojas secas.

-Ah, hola-dijo Gulf.

-Hola. -Los ojos color jerez de Krist eran astutos sin ser fríos, especialmente cuando comenzó a sonreír-. Eres precioso. Con razón Mew ha caído con semejante fuerza.

-¿Quieres pasar?

Krist entró en la habitación, arrastrando consigo una caja larga y plana y una bolsa grande. Tenía un aire de superioridad, pero, por alguna razón, no parecía autoritario.

- Singto casi no me cuenta lo que estaba sucediendo. Él y Mew no están en su mejor momento.

-¿Por qué?

Krist puso los ojos en blanco, cerró la puerta desde el otro lado de la habitación y descargó la caja sobre la mesa.

-Los machos como ellos siempre están llenos de resentimiento, y cada poco tiempo sienten deseos de matarse. Es inevitable. Singto no quiso decirme la causa de su desacuerdo, pero puedo imaginarlo. Honor, valor en el campo de batalla o nosotros, sus donceles o hembras. - Krist brió la caja, dejando al descubierto unos pliegues de satén rojo-. Nuestros muchachos tienen buena intención, pero de vez en cuando pueden explotar de furia y decir algo estúpido. -Se volvió y sonrió-. Ya es suficiente de hablar de ellos. ¿Estás listo para esto?

Normalmente, Gulf era reticente con los extraños. Pero sintió que merecía la pena confiar en aquel chico de conversación franca y ojos sagaces.

-Quizá no-rió Gulf-. Es decir, conozco a Mew desde hace muy poco, pero siento que es adecuado para mí. Lo siento con las entrañas. No con la mente.