AMANTE ETERNO MEWGULF

🩸❤️‍🔥 Capitulo 49 ❤️‍🔥🩸

MARATÓN #2

Khao estaba ansioso por ver a Pod. Había estado pensando en él todo el día, y al fin había llegado la hora de ir a encontrarse con él.

Pero aunque tenía mucha prisa, antes de salir se detendría a hablar con Jimmy. Había esperado su regreso la noche anterior, entreteniéndose ayudando a las enfermeras en la clínica, y luego leyendo en su habitación. Finalmente, le había dejado una nota sobre la cama, pidiéndole que fuera a verlo en cuanto llegara. Pero él no lo había hecho.

Y esa falta de comunicación ya estaba durando demasiado tiempo.

Trató de salir de su alcoba. Le sorprendió que la puerta no abriera. Frunció el ceño. El pomo no se movió. Lo intentó de nuevo, sacudiéndola y, usando toda su fuerza. Estaba atascada o cerrada con llave.

Y las paredes estaban recubiertas de acero, de modo que no podía desmaterializarse.

-¡Hola! -llamó en voz alta, dando golpes a la puerta-. ¡Hola! ¡Jimmy! ¿Hay alguien? ¿Puede alguien sacarme de aquí? ¡Hola!

Se dio por vencido, sintiendo que un escalofrío se condensaba en su pecho.

En cuanto se calló, la voz de Jimmy se filtró en su habitación, como si hubiera estado esperando al otro lado todo el tiempo.

-Lamento que tenga que ser de esta manera.

-Jimmy, ¿qué estás haciendo? -dijo Khao contra los paneles de la puerta.

-No tengo alternativa. No puedo permitir que vayas con él.

Khao se aseguró de que sus palabras se oyeran con claridad:

-Escúchame. Mew no es la razón por la que he salido. Él acaba de desposarse con alguien a quien ama, y yo no le guardo rencor alguno. Yo... he conocido a un macho. Alguien que me gusta. Alguien que me quiere.

Hubo un largo silencio.

-¿Jimmy? -Golpeó la puerta con el puño-. ¡Jimmy! ¿Has oído lo que he dicho? Mew se ha casado y yo lo he perdonado. No estaba con él.

Cuando su hermano logró articular palabra, sonó como si alguien lo estuviera asfixiando.

-¿Por qué no me lo dijiste?

-¡No me diste oportunidad de hacerlo! ¡Lo he intentado las dos últimas noches! -Golpeó la puerta de nuevo-. Ahora déjame salir. Debo encontrarme con mi..., con alguien en casa de God.

Jimmy susurró algo.

-¿Qué? -preguntó Khao -. ¿Qué has dicho?

-No puedo dejar que vayas allí.

La angustia en la voz de Jimmy apagó su ira, y la alarma hizo que por su nuca se deslizara un sudor frío.

-¿Por qué no?

-Esa casa ya no es segura. Yo... Santo Dios.
Khao extendió las manos contra la puerta.

-Jimmy, ¿qué has hecho?

Pero al otro lado de la puerta sólo le respondió el silencio.

-¡Jimmy! ¡Dime qué has hecho!

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Gulf sintió que algo le golpeaba la cara con fuerza. Una mano. Alguien lo había abofeteado.

Aturdido por la sacudida, abrió los ojos. Estaba en un granero, atado a una mesa con placas metálicas alrededor de las muñecas y los tobillos.

Y Billy Riddle estaba a su lado.