41. La decisión

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🕰 ALGÚN TIEMPO DESPUÉS

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🕰 ALGÚN TIEMPO DESPUÉS

-Quiero verlo. Está sufriendo y se siente culpable por mi -le protesto una vez más a Onnara, consiguiendo de nuevo una negativa por su parte. Todos los días le hago la misma petición y todos los días me la rechaza.

-No puede ser, Grace -me contesta ella aumentando así mi rabia y mi furia.

-¡Estoy hasta el puto coño de que me digas que no puede ser! ¡Y estoy harta de estar aquí! ¡Quiero irme con mi marido!

-Y yo también desearía que te fueras, no estás valorando lo que hemos hecho por ti, solo te dedicas a protestar todo el rato -Onnara me ofrece una furiosa mirada, algo que sería imposible de entender en alguien que luce tan dulce en todo momento. 

-¡Claro que protesto! mi familia me necesita y en cambio estoy aquí viéndolos sufrir.

-Si estuvieras despierta, estarías muerta. Da gracias a que no es así y sé más humilde con nosotras.

Onnara tuerce el gesto pero de una forma tan imperceptible que juraría que le dan igual mis palabras, pues se limita a darse la vuelta para marcharse, dejándome de nuevo sola. Frustrada, llevo mi mano a mi vientre sintiendo como mis bebés se mueven, quizás tan alterados o enfadados como yo.

No sé ni cuanto tiempo llevo aquí, pues este no discurre de la misma manera que en el otro plano. Porque si, estoy al otro lado del plano terrenal, para mi protección. Algo que ellas se niegan a explicarme y solo lo hacen con evasivas e intrincados acertijos, exasperándome cada vez más.  

Puedo ver lo que sucede en mi mundo, en el de donde yo procedo. 

Todo.

He llorado viendo a Carlos sentirse culpable por lo que hizo, y pensando que he sido yo quien me he sugestionado a mi misma hasta estar así para protegerme de él. He sentido cada una de sus emociones y como se castiga por lo que cree que me ha hecho. Su desesperación por mi va en aumento cada día, y me temo que de no despertar pronto, Carlos se va a desquiciar aún más.

La muerte de Lando es algo que tengo clavada en mi pecho. Me negué a ver como sucedió.  Lando siempre se portó muy bien conmigo, protegiéndome cuando más lo necesité y convirtiéndose en ese hermano pequeño que siempre deseé. Lo voy a echar de menos con cada fibra de mi ser. 

Camino hacia mi cama, un lugar muy tranquilo que me proporciona mucho descanso. El lugar donde estoy invita a ello, y los tonos pastel y rosados que me rodean, ayudan a hacerlo. 

 

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Rizkaya -  Carlos SainzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora