Coge aire

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Ya era por la mañana cuando me desperté de nuevo algo alterada, pero para nada similar a lo de la noche anterior.
Intenté no despertar a Lexa al levantarme, quería dejar que durmiera, se había pasado toda la noche despierta por si volvía a tener una pesadilla, pero acabó despertándose.

-Clarke es muy pronto ¿que haces despierta?- escuché como preguntada algo dormida.

-Nada no te preocupes Lex, sigue durmiendo.

-¿No puedes dormir?

-Lex no pasa nada de verdad, sigue durmiendo, te he tenido prácticamente toda la noche despierta.

-Ya no tengo sueño- dijo levantándose de la cama, tan cabezota como siempre.

-Lexa has dormido tres horas, porfavor.

-¿Y tú? ¿cuántas has dormido tú Clarke?

-Déjalo, paso- salí molesta de la habitación.

-¿Clarke? hey Clarke ¿te has enfadado?- preguntó Lexa detrás de mí.

-No.

-Entonces ¿qué te pasa?

-Me pasa que siempre eres tú y yo...yo lo intento, lo intento pero no me dejas y quiero hacerlo, no quiero que solo seas tú quien lo haga.

-¿Qué? ¿Qué intentas?

-Cuidar de ti.

Lexa empezó a reír -No necesito que cuides de mi Clarke, tengo dieciocho años.

-¿Y qué?- me crucé de brazos.

-Que tú tienes dieciséis y...bueno ya sabes.

-Repito, ¿y qué? ¿no me puedo preocupar por ti o como va eso?- pregunté molesta.

-Claro que puedes pero no tienes motivos para hacerlo, yo sí.

-Ah claro que ya se me olvidaba que soy una loca.

-No voy a volver a discutir sobre esto, si se te pasa la tontería estaré en la habitación, pretendía llevarte un rato a la playa donde fuimos el primer día pero intuyo que no te apetece demasiado.

"Joder" pensé para mis adentros. No tenía razón, pero eso tampoco justificaba que yo hubiese insinuado, una vez más, que era una mierda de persona.

-Lexa, ¡Lexa espera!- grité detrás suyo.

Volteó sin articular palabra.

-Se que no eres así, sé que no eres como el resto y se que soy una imbécil por haberlo insinuado, perdóname porfavor, últimamente de verdad que no se como sigues aguantándome, yo ya me habría dejado- bajé la cabeza.

Lexa se acercó a mí y me obligó a mirarla fijamente.

-Mírame y escúchame muy bien. De entre todas esas miles de millones de personas que hay en el mundo yo te elegí a ti, Clarke y lo hice y lo volvería a hacer una y mil veces más.

Aquellas palabras...Lexa me hacía olvidarlo todo, todo mi alrededor desaparecía con ella a mi lado, la tenía todo el día dando vueltas en mi cabeza y sentía la necesidad de tenerla cerca todo el tiempo.
La amaba, la amaba y todas esas palabras que cada día me dedicaba solo lograban que lo hiciera aún más.

-Entonces oficialmente ¿ya puedo decir que soy la chica de Lexa Woods?- sonreí entusiasmada.

-Puedes y debes- rió.

-¿Sigue en pie lo de la playa?

-¿Tienes algún bañador?- sonreí.

No respondí, simplemente sonreí como si realmente no supiese hacer otra cosa, la amaba, la amaba y cada día era más consciente de ello.

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