Perdonadme

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Pasé unos días en casa de Raven, por suerte en el colegio nos dieron unas semanas de vacaciones por una instalación que había colapsado o algo así, no me enteré muy bien, pero gracias a Dios, porque no habría soportado verla todos los días.

-Tierra llamando a Clarke repito, Tierra llamando a Clarke- habló Raven sacándome de mis pensamientos.

-Hey, Rae-.

-¿Has dormido bien?-.

-Sí, sí, no te preocupes pero...puedo...¿Puedo subir un momento a la azotea? necesito despejarme-.

Pensaba simplemente subir a tomar el aire y despejarme, necesitaba un tiempo para estar sola y tranquila, yo y mi mierda, nadie ni nada más. Sin Lexa ya nada tenía sentido, la necesitaba, la necesitaba para asegurarme que todo estaría bien como siempre hacía, pero ¿sobretodo? sobretodo la necesitaba para mantenerme lejos de los peores pensamientos que había tenido sobre cómo continuar, o bueno, sobre cómo no hacerlo.

-Mmm claro, subiré contigo- respondió confusa.

-Rae, necesito estar sola-.

-Vale, como quieras, si necesitas cualquier cosa sabes dónde estoy-.

Raven me dio las llaves de la azotea y entonces subí, me vendría bien despejarme y permitirme pensar un poco, pensar en mí, pretendía pensar simplemente en mí pero es que Lexa...joder la necesitaba, la necesitaba tanto...sin ella no sabía que hacer, sin ella realmente no me veía capaz de ser yo al cien por cien, sin ella nada era lo mismo, nada...joder no lo entendía, ella no lo entendía, no entendía que cuando abandonas un sitio por mucho tiempo, acaba derrumbándose, ladrillo a ladrillo y no entendía que eso fue lo que pasó, lo que a mí me pasó.

Me ha dejado, abandonado y yo he acabado derrumbándome, he intentado reconstruirme, juro que lo he intentado, el tiempo que he estado sin ella estas semanas en casa de Raven, sin mis padres, lo lo he intentando todo, pero ha sido en vano, yo no soy de esas, no puedo decir que lo he logrado, me que ha costado pero que lo he hecho, y que lo he hecho solo para que no vuelvan a destruirme, no, no soy tan fuerte, no soy tan fuerte como Lexa en su momento creyó.

Me acerqué al borde de aquella azotea para poder sentir más la ráfaga de aire fresco que acechaba y entonces se me ocurrió mirar abajo, aquellos pensamientos volvieron, intenté reprimirlos, intenté todo lo que pude pero en aquel momento, su voz seria la única capaz de impedírmelo, y no estaba, Lexa no quería saber nada más de mi y haciendo esto le estaba haciendo un favor, un gran favor.

Me senté sobre el bordillo de la azotea, intenté de nuevo alejar aquellos pensamientos de mí, pero de nuevo fue en vano. Me puse de pie y saqué el móvil, seria muy injusto para Raven y Octavia hacerlo sin antes asegurarles que ellas no tenían nada que ver.

"Raven, te quiero, os quiero a ti y a Octavia ni siquiera te haces una idea de cuánto así que porfavor, perdonadme, esto no es culpa vuestra, nunca nada lo fue"

"¿Qué? ¿Clarke, a qué viene esto?" respondió al instante.

No respondí y guardé de nuevo el móvil con lágrimas en los ojos, miré abajo una vez más, llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo, no era culpa suya, era mi culpa, todo lo era, llevaba años siendo una estupida niñata rota en pedazos, llegué a creer que Lexa había logrado reconstruirme, pedazo a pedazo, pero me equivoqué, nadir jamás seria capaz de hacerlo, ya era demasiado tarde para eso.

Noté como mi móvil vibraba en el bolsillo y con la esperanza de que fuera ella lo cogí con tanta ansia que por poco no me resbalé.
Era Raven, cada minuto sonaba de nuevo, no paraba de llamarme, me sentía mal, me sentía mal por dejar a Raven y Octavia, sabía que se iban a culpar por lo ocurrido aún yo habiéndoles dicho que no tenían nada que ver, pero por una vez debía pensar en mí.

Lo intenté, intenté dar un paso más varias veces, estaba totalmente convencida de querer hacerlo pero algo en mi todavía me lo impedía.
Intenté armarme de valor, de todo lo necesario, estuve así por quince o veinte minutos, me estaba congelando ahí arriba, además Raven había dejado de llamar, por fin.
No me detuve, me acerqué todavía más al límite de aquel bordillo sin dejar de mirar abajo, iba a hacerlo, iba a poner un pie sobre el vacío, pero entonces escuché una voz detrás mío, una voz que pretendía impedirme lo que estaba por hacer.

Pero no su voz.

-¡¿Clarke que estás haciendo!?- gritó Raven.

-Hey, hey Clarke vamos baja de ahí, vamos a hablar ¿vale? déjanos ayudarte- Octavia también estaba.

Ambas estaban allí, seguramente Raven dejó de llamarme para llamar a Octavia, la esperó para subir con ella a la azotea e intentar entre las dos pararme, Raven era totalmente consciente de que sola no podría y por eso la llamó, estaba segura, pero yo también lo estaba de que ni siquiera juntas lo lograrían.

-No me podéis ayudar, no podéis hacer que vuelva, no podéis hacer que nada vuelva a su sitio ¡joder!- grité.

-Escucha, escucha Clarke, baja y hablamos, porfavor- dijo Raven mientras se acercaba despacio a mi.

-Llámala- escuché decir a Octavia.

¿Llamar? ¿Llamar a quien? ¿Acaso creían que mi madre iba a poder evitar esto? estaban muy equivocadas.

-Clarke, escuchame, superaremos esto ¿vale? lo haremos juntas pero porfavor no lo hagas, no te rindas así de fácil joder, esa no es la Clarke que yo conozco-

-Aléjate, Octavia- dije temblando.

-Clarke, te lo ruego- suplicó.

-¡Aléjate!- grité.

-Clarke porfavor, porfavor piensa en lo que estás sintiendo tú sin Lexa, piénsalo y después piensa que eso es lo mismo que sentiríamos nosotras si te perdiéramos ¡joder!-.

-Está de camino- escuché decir a Raven.

-La necesito, la necesito conmigo, llevo semanas sin verla, sin abrazarla, llevo semanas queriendo sollozar en sus brazos, queriendo desahogarme en sus brazos para que ella me calme y me consuele como siempre hace, llevo semanas necesitando ser su pequeña, necesitando hacerla reír y que me haga reír, llevo semanas necesitando que se preocupe porque no me vaya sola, necesitando que me llame cada noche que no pase con ella pero eso ya...le doy igual, ya no somos nada, yo ya no soy su pequeña ni lo voy a volver ser- dije entre lágrimas.

De repente escuché la puerta de la azotea abrirse de un golpe y sentí como alguien más entraba, intuía que era mi madre por lo que había escuchado decir a Raven y Octavia pero no, no era ella.
Maldita sea, eran los bomberos. ¿Porque habían llamado a los bomberos? joder.

-¡Alejaos de mí!-grité.

-Clarke ¿verdad?-.

-Lárgate-.

-Clarke vamos a hablar un rato ¿si?-.

-¡No pienso hablar contigo, ni siquiera te conozco!- grité.

-Clarke porf...-.

El sonido de la puerta de la azotea abriéndose otra vez y una persona más entrando por ella le interrumpieron.

-Déjala, está ahí por ella, es la única que puede a conseguir algo- dijo una tercera persona.

¿Dejar? ¿dejar a quien? yo...yo estaba ahí por...no, no claro que no, no podía ser, ella no podía estar ahí, ya no quería saber nada de mi, ni siguiera le importaba lo más mínimo, nunca lo hice. ¿Por qué volver a creer que algo había cambiado?

-Yo en ningún momento he dicho que hayas dejado de ser mi pequeña-.

No, no volvería a caer en su sucios engaños.

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