Un viernes

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Las 7:30 a.m de un viernes, me levanté de la cama, me pesaba todo el cuerpo, quería volver a tumbarme y dormir hasta las dos de la tarde, pero tenia clase. Esa noche era la fiesta de la que nos habló Raven en casa de Murphy, el nuevo, iría por despejarme, pero la verdad es que no tenia muchas ganas. Me puse lo primero que pillé del armario, total, para quien me iba a arreglar, ¿para los estupidos que tengo como compañeros? no gracias. Bajé a desayunar, mi madre ya se había ido a trabajar y por suerte el vago de mi padre seguía durmiendo, o eso creía, el caso es que no estaba en el salón, así que decidí desayunar rápido para evitar cruzarme con él, pero vaya, que de nada sirvió porque ni tiempo me dio a prepararme el bol de leche cuando apareció.

-Buenos días hija.

Yo a lo mío.

-Te estoy hablando.

-Ya, pero yo no- me gire un momento para sonreírle con asco y volví a mi bol.

-Que mal educada te tiene tu madre...

-Por lo menos lo ha intentado.

-¿A qué te refieres?

-¿Tonto también eres?

-Me tratas muy mal hija, y no me lo merezco.

-Que no te...- reí nerviosa -¿Que no te lo mereces? ¿Te recuerdo que nos abandonaste?

-No quise, pero tuve que hacerlo.

-Ya claro, tuviste que largarte con tu actual mujer, lo necesitabas, no querías pero lo necesitabas, claro, ahora lo entiendo todo papá, gracias.

-No me fui por ella.

-No te fuiste SOLO por ella- le corregí -Eso lo sé,
pero es que no me interesa la otra parte de la historia, no me llama.

-Si no me dejas explicarte las cosas ¿cómo quieres que esto funcione?

-¿Y quien te ha dicho que quiero que funcione?

-Soy tu padre.

-A buenas horas te acuerdas.

-Clarke...

-No, déjalo, tengo cosas más importantes que hacer antes que discutir contigo.

Deje el desayuno tal y como estaba, subí a lavarme los dientes, cogí la mochila y me largué, mi padre seguía diciendo cosas por detrás, pero le ignoré. Fuera, como de normal, me esperaban Raven y Octavia con el coche.

-No tienes muy buena cara- afirmó Octavia.

-Estoy bien.

-¿Es por tu padre?- preguntó Raven.

-He dicho que estoy bien, vámonos.

Raven levantó los brazos en señal de rendición, subí al coche y arrancamos.

Cuando llegamos al instituto no quería entrar, sinceramente no quería verla y mucho menos quería tener que fingir, porque por mi parte así sería, por la suya después de todo ya no lo tenia tan claro.

Bellamy tenia que traerle unos libros a Octavia porque se los había dejado en casa así que Raven y ella le esperarían fuera, yo entré, quería llegar ya a clase y sentarme para no levantarme hasta tener que salir de allí, pero no fue tan fácil, de camino la vi, intenté mantenerme alejada, no necesitaba más problemas, no los quería, pero al parecer ella pensaba todo lo contrario porque cuando me vio tardó poco en acercarse y acorralarme contra las taquillas con Natasha y Wanda, que parecían bastante incómodas.

Que empiece el show.

-¿Quieres algo?- espeté.

-Que poco miedo me tienes de repente.

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