La llamada

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Ya habíamos preparado todo lo necesario, el lugar para comer, la comida, las bebidas ya estaban frías y Lincoln y Octavia habían vuelto de la roca.

-Bueno qué, ¿comemos?- preguntó Raven.

-Creo que voy a cambiar la pregunta porque no se vosotros pero yo hambre no tengo así que, ¿bebemos?- dijo Octavia.

-Lo prefiero- reí.

-No me hace mucha gracia que bebas Clarke.

-Lexa, tengo 16  años.

-Sabes porque lo digo, pero bueno, confío en ti.

-Si bebo igual podemos pasarlo mejor cuando me lleves tras esa roca...

-No, no quiero que te emborraches para que follemos, quiero que seas tú, sin meterte nada quien quiera hacerlo, sea conmigo o sea con quien sea, no me importa el sexo y te lo dije, me importas tú y me importa estar contigo, no tengo ninguna prisa ni mucho menos quiero que tú la tengas.

-Pero es que yo quiero hacerte feliz, tanto como tú me haces a mi y no encuentro la manera, no encuentro otra forma que no sea eso.

-Clarke no lo entiendes ¿verdad? ya me haces feliz, me haces la persona más feliz del mundo, tenerte aquí, conmigo y poder abrazarte y besarte es lo único que necesito para serlo, lo único.

-Entonces hazlo, abrázame y luego bésame pero no me sueltes, nunca lo hagas.

-A ver chicas, un poquito de respeto que aquí algunas no nos comemos una mierda- nos interrumpió Raven haciéndonos reír a ambas.

-Vale vale, usted perdone- rió Lexa.

-¿Sabes? no quiero beber, quiero ir ya tras esa roca y quiero que cumplas eso de besarme hasta dejarme sin aliento, he cogido suficiente aire ya- dije mirando fijamente aquellos bonitos ojos verdosos.

-Entonces no se que hacemos aquí aún.

-Vale chicas, seguid haciendo como si solo estuvierais vosotras, el resto también os queremos mucho- intervino Wanda.

-Lo siento, mi chica me reclama, no puedo negarme.

Lexa y yo nos levantamos dispuestas a caminar directas a aquella roca tras la que tanta paz nos esperaría pero entonces todo cambió, una llamada lo cambió.

-Clarke, ¿no vas a cogerlo?- preguntó Lexa algo confusa.

-¿Qué? oh em...sí, sí claro.

Miré el móvil aterrada porque aquella llamada reflejaba la vuelta de algo que yo ya creía haber terminado.

Un año atrás tuve mi primera relación, fue con un chico, un chico mayor que yo, de la edad de Lexa, al principio todo fue increíble y realmente creí que duraríamos, él se portaba muy bien conmigo y me hacía sentir querida pero realmente solo me utilizaba. El último año había sido duro, pasé más veces por una comisaría que por el instituto, mis notas bajaron tanto que incluso tuve que ir a las recuperaciones de fin de curso, la relación con mi madre empeoró todavía más de lo que ya lo había hecho tras lo de mi padre, yo vivía con miedo, me aterraba la idea de volvérmelo a encontar, de que volviese a intentar...

Poco a poco y con la ayuda de Raven, Octavia y profesionales, una experiencia que me niego a repetir, no vuelvo a pisar un puto psicólogo, fui aprendiendo no a olvidar pero sí a superar, acabé superándolo, el miedo con el que vivía despareció y todo lo que aquello movió volvió a su sitio. Borré su número y también acabé cambiando el mío pero por lo visto todo este tiempo que pasé sin recibir noticias suyas se lo había pasado buscándome porque aquella llamada, aquella llamada era suya y me sobraron segundos para darme cuenta.

-Clarke, hey ¿porque no lo cojes?

-Yo...ya...ya lo cojo.

Eso hice, finalmente respondí.

-Clarke, ha pasado mucho tiempo ¿no crees?- habló él tras el teléfono.

Philippe, ese era su nombre.

Lexa estaba a mi lado, pendiente de la conversación, iba a escuchar todo lo que dijese y no quería que supiese nada de esto así que no me quedó otra que responder, como si nada.

-S...si, ha pasado mucho tiempo.

-Estoy deseando verte.

-No creo que eso vaya a ser posible- dije lo más tranquila que pude para evitar preocupar a Lexa.

-Oh créeme que sí lo será, quedamos esta noche, sabes perfectamente donde, por tu bien y el de tus amigas, que ¿como se llamaban? ah sí, Raven Reyes y Octavia Blake, espero que vengas, sola- dijo él para después colgar.

Estaba paralizada, no sabía cómo reaccionar y mucho menos que excusa ponerle a Lexa, tampoco sabía cómo decírselo a Raven y Octavia y mucho menos a mi madre, dios es que no podía ser cierto.

-Clarke, hey ¿quien era? te veo algo pálida, ¿va todo bien?

-Oh em...no nada, un...un amigo del colegio que ha venido a Beacon Hills y pretendía que nos viésemos, nada más.

-¿Segura? sabes que si hay algún problema puedes contármelo ¿verdad?

-Todo bien Lex, prometido.

Quería contárselo, de verdad que quería pero ¿y si lo hacía y Philippe les hacía algo a Raven y Octavia? no tenía ni idea de cómo afrontar lo que acababa de pasar, justamente ese era uno de los momentos en que más necesitaba a Lexa, pero no iba a poder tenerla.

-Está bien, confió en ti.

-Oye que...creo que podríamos dejar lo de la roca para otro día, igual hoy es mejor estar con el resto ya que hemos venido todos y...bueno...

Lexa me miraba muy confundida y preocupada, no estaba entendiendo nada y yo estaba aguantando la necesidad de contárselo pero es que no podía, no hasta descubrir las intenciones de Philippe.

-Clarke no estás bien, ¿qué pasa? ¿quién era?

-Lexa no...no pasa nada, estoy per...perfectamente.

-Dime quién era Clarke.

-Ya te lo he dicho, un amigo.

-Se que me estás mintiendo y se que te pasa algo porque te conozco y no te estaría obligando a contármelo de no ser porque también sé que no es nada bueno.

-Lexa te lo prometo, estoy bien, todo está bien.

-¿Quieres que haga como que te creo? muy bien, te creo.

Sin decir una palabra más Lexa empezó a caminar más rápido de lo normal dejándome a mi atrás, la seguí e intenté pararla pero ella seguía y seguía, sin parar.

-¡Lexa! ¡Lexa espera! porfavor- grité.

Ella frenó en seco y volteó para verme.

-Dime la verdad.

-Te he dicho la verdad.

-Muy bien, pues entonces diviértete, yo me voy.

-¿Qué? ¿Vas enserio? dijiste que confiabas en mí, joder y he dicho que te estoy diciendo la verdad.

-Sí, voy totalmente enserio, dije que confiaría en ti y créeme, lo hago, pero repito, te conozco y se cuando algo no va bien, se que ahora algo no va bien pero lo estás volviendo a hacer, estás volviendo a guardártelo todo y a no pedir ayuda y no se si quieres que te recuerde que la última vez que hiciste eso casi te tiras por una puta azotea.

-Tenias que decirlo ¿no? muy bien Lexa, muy bien, increíble tu argumento, osea que resumiendo, sí que me tomas por una loca incapaz de controlarse ¿verdad? como el resto.

-Diviértete Clarke.

Lexa caminó hacia la parte de la playa donde estaban el resto, recogió sus cosas y antes de irse le pidió algo a Octavia.

-Que no se vaya sola.

-Tranquila- respondió Octavia.

Antes de marcharse volteó de nuevo hacia mi -Ven a casa si quieres, que te abra o no sabes que es cosa tuya- dijo y finalmente se fue.

-¡Joder!- grité.

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