Charlie

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La puerta de la calle se abrió, dejándose ver tras ella una hermosa niña, no tendría más de catorce años, no era alta, peli negra y con los ojos verdes, casi tan bonitos como los de Lexa, tenia los ojos rojos e hinchados, parecía que había estado llorando bastante, con ella había un hombre, iba en traje, parecía algo así como un abogado, pero dudaba que lo fuera. Cuando levantó un poco más la cabeza para poder encontrarse con Lexa, pude ver sus preciosos ojos verdes aguados, no sonreía y a penas aguantaba las lágrimas, aquella niña estaba rota, pero no entendía que tipo de relación podía tener eso con Lexa.

-Hasta que encontremos algo- escuche decir a aquel hombre.

-El tiempo que sea, se lo prometí y lo cumpliré.

Aquel hombre entró con unas bolsas y maletas, suponía que serían de aquella niña, las dejó en el salón y después salió, dejando entrar a la niña y cerrando la puerta tras ella, todo era muy raro.

-Estás muy mayor- dijo Lexa dirigiéndose a aquella niña.

Ella ni siquiera la miró, estaba cabizbaja y lloraba, lloraba en silencio.

-Ve arriba y saca las maletas, ahora subo yo y hablamos.

La niña le hizo caso, desapareció escaleras arriba.

-¿Lexa?- pregunté, todo era muy confuso.

-Es una larga historia, deberías irte ya Clarke, prometo que te contare todo esto, pero ahora no puedo, verlo ya lo has visto.

-Vale, vale, yo...Lexa se...se lo que me has dicho pero he llamado a mamá y no está en casa todavía, sólo está mi padre y Raven y Octavia están fuera de casa, porfavor, ni siquiera notarás que estoy, me meteré en una habitación y no saldré hasta poder irme, porfavor Lexa, no quiero estar sola con él, no puedo- supliqué.

Lexa suspiró.

-No subas arriba, ni hagas preguntas y mucho menos hables con ella, es todo lo que te pido.

-Lo prometo.

-Quédate aquí, yo tengo que subir- y tras aquellas palabras, Lexa también desapareció escaleras arriba.

¿Quien sería aquella niña?

LEXA'S POV:

Charlie, así se llamaba, su tío, John, con quien vivía, me cuidó durante toda mi vida hasta los catorce años, se pasaba el día y la noche en mi casa, junto a Charlie, gracias a él nunca estuve sola, para mi era como un padre y Charlie como una hermana pequeña, no se lo he contado nunca a Clarke pero el motivo por el que vivo sola es el trabajo de mis padres, se pasan la vida fuera del país, trabajando, dudo que recuerden que tienen una hija, no me gusta hablar de ello, el dinero que me pasaba John y ahora el que me ha dejado por herencia es el motivo por el que puedo llegar a fin de mes sin problemas. Quise mucho al tío de Charlie, pero estos últimos años todo cambió y nos distanciamos demasiado, él ya era muy mayor y no estaba bien, cuando lo supo, me hizo prometer que cuidaría de Charlie, al menos hasta que Matt, mayordomo y amigo de John, encontrara algo más estable. Aquel mensaje que tanto le extrañó a Clarke, era de Matt, había llegado el momento de cuidar de Charlie. Ella adoraba a su tío, era lo único que tenía, para Charlie era como un padre, una madre y un amigo a la vez, se adoraban, ambos lo hacían, el uno al otro.

Llamé a la puerta, esperando que Charlie me abriera, pero no obtuve respuesta por lo que decidí hacerlo yo misma. Cuando entré, la encontré tumbada en la cama, mirando a la ventana, podía escuchar los sollozos desde la puerta.

-Charlie...

No respondió.

-Charlie...vamos porfavor, sabes que él no habría querido esto.

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