VOLVER A EMPEZAR

Siempre

Philippe seguía pisándome los talones y gritando mi nombre sin descanso, yo ya llevaba media hora corriendo, no podía más, estaba cansada y me faltaba más aire por culpa de la ansiedad y las lágrimas.

-¡Clarke! ¡No tiene a donde ir, te voy a coger!- gritó Philippe.

-¡No lo harás- grité yo sollozando.

Al fin tras algunos minutos, llegué a la carretera y vi al final de esta la casa de Lexa, cambié el ritmo y corrí aún más rápido esperando ganar ventaja y llegar lo antes posible. Al fin llegué, creí que estaría más cerca, Philippe me atraparía en unos instantes así que empecé a gritar el nombre de Lexa y a aporrear la puerta rogando que me abriese.

-¡Lexa! ¡Lexa porfavor!- grité entre lágrimas.

Con Philippe a segundos de atraparme al fin la puerta se abrió dejando ver tras ella a una Lexa que pasó de enfada a preocupada en un momento.

-Clarke que...

Antes de que pudiese terminar la frase la interrumpí corriendo dentro de su casa y cerrando la puerta tras de mí.

-Hey, hey hey Clarke ¿qué pasa?- preguntó preocupada.

-Me está...me está persiguiendo Lexa...me...me persigue, é...él- dije entre lágrimas.

-¿Quién? ¿Quién Clarke? ¿Qué está pasando?

-Ayudame, porfavor- supliqué.

-Shhh, ranquila, tranquila ¿vale? no se quien te estará persiguiendo pero ya no pequeña, ya no, ahora estás a salvo, estás conmigo, cálmate- dijo Lexa rodeándome con sus brazos.

-Tengo...tengo miedo- dije mientras empapaba la camiseta de Lexa.

-¿De qué Clarke?- preguntó acariciando mi pelo buscando calmarme.

-De quien estaba tras la llamada de la playa.

-¿Y quien estaba tras esa llamada?

-La única persona con la que he mantenido una relación a parte de contigo.

-Philippe.

¿Cómo? ¿como sabía de quien estaba hablando? ni siquiera sé lo había nombrado y mucho menos le había contado absolutamente nada de lo ocurrido con él.

-¿Como...?

-Raven, simplemente lo nombró, no se nada más de él ni de vosotros dos.

-¡Clarke, donde estás!- escuché gritar a Philippe.

Lexa me miró preocupada y me abrazó más fuerte tapando mis oídos para que no escuchara los gritos de Philippe, que no paraban.

-Voy a salir Clarke.

-¿Qué? no, no Lexa no lo hagas, porfavor, porfavor te lo suplico, no me dejes- sollocé.

-Clarke, escúchame- dijo ella acunando mi rostro entre sus manos.

-No me va a pasar nada ¿vale? simplemente lo mantendré alejado de ti, tú solo llama a la policía para que se lo lleven- volvió a hablar.

¿A la policía? no, si llamaba a la policía Philippe acabaría con mi vida tal y como la conocía, incluso entre rejas lo lograría, no podía pasar de nuevo por eso.

-No puedo llamar a la policía Lexa.

-¿Te ha amenazado Clarke?

No dije nada, simplemente bajé la cabeza dando a entender la respuesta a aquella pregunta, Lexa estaba enfadada y sabía que en parte lo estaba conmigo por no haberle contado nada antes.