Epílogo

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DOS MESES DESPUÉS;

-De verdad que no me lo creo.

-Pues créetelo rubia, ¡tu chica se gradúa!

-Raven yo que tú no la llamaba así- rió Octavia.

-¿Qué? ¿por qué? ¿qué tiene de malo, es que acaso es morena la chica y yo no me he enterado o como doña Blake?

Octavia levantó la manos.

-Pues al menos que no te escuche Lexa- rió de nuevo.

-¿Escuchar el qué?

Volteé.

-¡Lex!- corrí hacia sus brazos y me lancé a ellos al instante.

Su respuesta fue clara, aquellos abrazos eran mis favoritos de todo el mundo.

-Estás preciosa rubia.

Sonreí.

-SE HA PUESTO ROJAAAA.

-¡Raven cállate y no estropees el momento!

-Tu también.

Lexa me dio un besito en la cabeza, también eran mis favoritos.

-No me puedo creer que vayas a graduarte.

-La verdad es que yo tampoco, se me hace raro dejar el insti.

-Tú te vas, yo me quedo, ¡ja!

-ja ja, me parto Griffin.

-Le ha llamado Griffin, mala señal- escuché decir a Octavia.

-Diez pavos a que se comen la boca de aquí a dos minutos.

-Veinte a que lo hacen en la graduación.

-Treinta a que lo hacen de aquí a dos minutos y en la graduación.

No pude evitar reír.

-Mierda, nos están escuchando.

-Abortamos misión cabo Blake, retirada, repito, ¡retirada!

Lexa también rió.

-¿Quién quieres que gane?

-¿Qué?- pregunté confusa.

-La apuesta.

-¡Ah!- sonreí. -Yo creo que Raven ¿no?

-¡TOMA!- escuché gritar a Raven emocionada.

-Raven ha apostado dos veces, elige.

-¿Qué elija? bueno pues supongo que la primera, porque la segunda ha dicho de hacerlo también en la graduación, y bueno ya sabes, lo de siempre...osea que no me importa eh, ya sabes que lo entiendo y...

-Clarke, elije- me interrumpió.

La miré bastante confundida, no entendía que tenía que elegir, quiero decir, en el insti cada día había que hacer un teatro nuevo porque nadie se enterase de lo nuestro y al menos que yo sepa, eso no ha cambiado.

-Lex no estoy entendiendo muy bien...

-¡CLARKE ELIJE LA SEGUNDA!- gritó Raven.

Miré a Raven y al instante volví a los ojos de Lexa.

-¿De verdad?

Lexa asintió con una sonrisa.

-Te prometí que no me iría del instituto sin que todo el mundo se enterase que eres mía.

Juraría que es que nunca había sonreído tanto como lo hice en ese momento.

-Octavia me debes treinta pavos.

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