Serían alrededor de las cinco de la madrugada cuando me desperté gritando, muy alterada y con lágrimas en los ojos notando una gran dificultad para respirar. Lexa se despertó al instante percatándose de la situación.
-Hey, hey Clarke tranquila, shh tranquila- rápidamente se levantó y se agachó en mi lado de la cama para quedar a mi altura.
No podía hablar, me faltaba el aire, las lágrimas no dejaban de caer y no podía dejar de moverme nerviosa sobre la cama intentando buscar una manera de calmarme.
-Clarke mírame, ya está ¿vale? estás bien, estás conmigo- Lexa apretó mis manos con fuerza evitando que me clavara las uñas.
-A...ayu...ayuda...ayúdame- supliqué.
-Clarke estás a salvo, estás a salvo conmigo tranquila, todo está bien-
Lexa seguía apretándome las manos con fuerza pero esta vez también las acariciaba buscando calmarme.
Yo poco a poco recobraba el aliento sintiendo como cada vez eran menos la lágrimas que empapaban mi camiseta, dejé de moverme e inconscientemente mi cuerpo se relajó gracias las caricias de Lexa.-¿Una pesadilla?-
Asentí cabizbaja.
-¿Quiero contármela?-
De nuevo simplemente asentí.
-Pues espera- soltó mis manos y se alejó.
Por unos segundos el miedo se apoderó de mí, dejé de sentirla y eso me aterraba, el no tenerla conmigo lo hacía pero finalmente la calma volvió a mi cuando sentí como sus brazos me rodeaban y como dejaba que apoyara la cabeza sobre su pecho logrando así descargar toda la ansiedad que acumulaba tras aquella pesadilla.
-Te escucho- dijo mientras acariciaba mi pelo.
-Yo...estaba en...en aquella cornisa y...y entonces...entonces mi...mi padre llegaba y...y lo hacía contigo con...con Raven, Octavia, mi madre y...y mi hermana y todos...todos me gritabais yo...yo creía que...que...- lo intenté, intenté terminar, pero de nuevo cientos de lágrimas recorrían mis mejillas impidiéndome seguir.
Solo era una pesadilla Clarke, estás conmigo ahora, a salvo-
-Yo...yo creía que...que ibais a...a ayudarme pero...pero no lo hacías, me gritabais cosas...cosas muy feas y después...después os acercabais y...y...- de nuevo, no pude terminar.
-No hace falta que sigas. Quiero que te tranquilices Clarke, mírame y cálmate, nada de eso va a pasar, solo ha sido un mal sueño ¿vale? estás conmigo pequeña-
-No puedo más- sollocé.
-Lo sé, lo sé cariño, lo sé- dijo Lexa apretándome más contra ella.
-Intenta dormirte otra vez, no voy a soltarte en toda la noche- volvió a hablar.
-No puedo, no...cierro los ojos y...-
-¿Quieres que bajemos un rato al salón? podemos ver una peli o jugar a algún juego de mesa, podemos hacer lo que quieras hasta que te veas capaz de poder dormir otra vez, no hay prisa, recuerda que no hay clase hasta la semana que viene por lo menos, ya no hace falta que madruguemos- sonrió.
-¿Frozen?- pregunté.
-Desde luego que van a tener que empezar a pagarte, eres mínimo la mitad de la audiencia a esa película- rió.
Lexa se levantó de la cama e intento ayudarme a mí, pero no le dejé, podía sola.
-Puedo sola Lex-
-Como quieras- se alejó.
Fui a levantarme de la cama creyendo poder hacerlo pero las piernas me temblaban una cosa mala, lo cual hizo que al levantarme fallaran logrando hacerme caer al suelo al instante, pero Lexa logró cogerme antes de que mis rodillas impactarán contra el suelo.
-Hey ¿estás bien?-
-S...si, creo- dije algo confusa.
Suponía que las piernas me habían fallado por el tembleque y que el tembleque venía de la ansiedad que la pesadilla me había provocado, pero aún así estaba algo confusa, ya me había pasado alguna vez, lo del tembleque digo, pero no a este nivel.
-Tranquila, es normal, sigues temblando, no te preocupes-
-Me lo imagino, pero nunca me había pasado esto, no así de fuerte, quiero decir, he llegado a temblar por ansiedad pero ¿hasta el punto de no poder mantenerme en pie?-
-Hey, es normal ¿vale? te lo prometo, no te lo diría si tuviésemos algo de qué preocuparnos- acarició mi rodilla.
-Oye, creo que...prefiero quedarme aquí-
-Puedo poner la peli en el móvil si quieres y la vemos en la cama-
-Porfa-
-Vale espera aquí, voy a por el móvil, vuelvo en nada-
Eso hizo, todo iba normal, yo estaba esperándola en la cama algo más tranquila, pero entonces me di cuenta de que habían pasado unos diez minutos desde que se había ido, no se tardan diez minutos en coger un móvil.
Me estaba preocupando, igual se había tropezado con algo o no lo sé, pero si se que no se tardan diez minutos en coger un móvil. Decidí bajar a ver qué pasaba, he de admitir que estaba algo acojonada por si le había pasado algo a Lexa, no...ni siquiera me veía capaz de imaginarlo.
-¿Le...Lex?- pregunté elevando el tono de voz.
No recibí respuesta.
-¿Lex?- repetí.
Nada.
Iba a llamarla por tercera vez pero entonces noté una mano sobre mi hombro, al precio me asusté, luego supe que era ella y respiré aliviada.
-Clarke, hey soy yo ¿estás bien?-
-No venias y...bueno bajé-
-Ni siquiera han pasado diez minutos, ¿estabas preocupada por mí?- sonrió pícaramente.
-¿Qué? no, no claro que no yo...bueno em...quería empezar la peli ya sabes...es tarde y...oye ¿vamos?- estaba nerviosa.
-Claro, vamos- sabia perfectamente que se estaba esforzando por no reír.
-Bueno igual un poco si que me había preocupado, pero poco eh-
-¿No te gusta estar sin mí?-
Estaba muy juguetona esa noche, demasiado.
-Como te gusta hacerme estas preguntas-
-No te lo niego pero quiero mi respuesta-
-¿Estar sin ti? odio estar sin ti-
-Normal, cualquiera odiaría estar sin mí-
-Pero ¿perdona? ¿ahora yo soy cualquiera?- intenté por todos los medios no reír.
-Algo así, no te creas tan importante Griffin-
-A que duermes en el sofá-
-¿De mi propia casa? lo dudo-
-Cállate ya estupida- reí.
-Me están gustando nuestras conversaciones de esta noche, rubia-
-A mi también, pero no tanto como me gustas que me llames cada segundo de una forma diferente- reí.
-A mi no tanto como me gustas tú-
Entonces y de repente los labios de Lexa se deslizaron sobre los míos, fue una leve caricia, como un susurro, estábamos a pocos centímetros, muy pocos, respirábamos el aliento la una de la otra mientras la pasión aumentaba entre nosotras, a nuestra alrededor y en nuestro interior hasta que aquellos centímetros desaparecieron y lo único que quedó fue el beso.
Dulce y cálido, tembloroso, suave, intenso y profundo son algunos de los adjetivos con los que podría describir en lo que aquellos centímetros se convirtieron.-Te necesito- dije después de separarnos.
-Pues me tendrás-
Tras aquellos increíbles minutos ambas nos tumbamos en la cama, bajo las sábanas, yo apoyé la cabeza en su pecho y ella pasó sus brazos alrededor mío para después apoyar el móvil sobre sus piernas y poner la película.
Sus cálidos dedos se deslizaban por mi pelo, sentía su aliento sobre mí y aquello me brindaba una seguridad inmensa, tal fue que minutos después del inicio de la película caí rendida, caí rendida en sus brazos.
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VOLVER A EMPEZAR
Fanfic¿Puede ser que del odio al amor también haya un paso? ¿O quizás simplemente sea una mera afirmación sin sentido? La verdad es que no lo sé, realmente no sé nada, nada más que éramos dos adolescentes, pero dos adolescentes tratando de luchar una guer...