Capítulo 2 "Pasado"

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Un año antes...


Alissa

Todo en mí es oscuridad. Veo todo en negro, comienzo a caminar sin saber exactamente en donde estoy.

Me siento desubicada, sin saber a dónde ir.

Comienzo a caminar y mientras lo hago puedo lograr reconocer el lugar.

Me encuentro en mi antigua casa. No sabía cómo era hasta el día de hoy, pues no tengo muchos recuerdos de ella. Mi madre dice que era muy pequeña cuando vivíamos en ella.

Ubico la puerta de la habitación de mamá y de mi hermano y trato de abrir la primera, está cerrada.

Escucho pasos detrás de mí, él ríe detrás de mí.

-Alissa, no te escondas. – La voz del desconocido hace mi cuerpo temblar. Lo escucho cada vez más cerca.

Mi pulso se acelera y comienzo a correr intentando esconderme en algún sitio de la casa, pero mientras más corro, más se alarga el pasillo.

-Alissa, ven no hay necesidad de correr, igual yo te alcanzaré.

Volteo hacia atrás y lo siento siguiéndome cuál león a su presa. Sigo corriendo y logro llegar a la habitación que por lo que observo al entrar era la que compartíamos Hailey y yo.

Oscuridad. Desde que tengo memoria siempre ha sido así.

Observo como el líquido carmesí gotea de mis pequeñas manos y la contemplo a ella.

- ¿Fui yo? ¿Ella está así por mí?

- Si, por ti. Tú hiciste todo esto. Eres la única culpable. - Me dice el desconocido que me ha alcanzado y está ahora observando la escena junto a mí.

-Pero Hailey, ella es mi hermana, yo no quería hacer todo esto. La quiero con mi vida. – Comienzo a decir entre sollozos.

Oscuridad.

Mis manos sangran por la fuerza en la que encajo mis uñas en la palma de mi mano. Todo vuelve a ser oscuro, como aquella noche.

De un momento a otro logro contemplarle de nuevo, me persigue y por más que trato de alejarme, en esta ocasión me alcanza y vuelvo en mí intentando que todo pase rápido, solo pido que sea rápido.

Puedo admirar a Dylan, burlándose de la situación en la que me encuentro, ni siquiera se inmuta, no tiene remordimiento por la escena que está presenciando y quiero gritar, sin embargo, sé que es inútil, caigo en cuenta de que ya nada sirve y entonces lo siento, siento romperme por dentro mientras mis lágrimas caen.

- ¡Alissa despierta! - Escucho la voz de mi madre a lo lejos y apenas logro despertar veo sus ojos grises llenos de preocupación. –Ha sido solamente una pesadilla más pequeña. Todo está bien.-Christine me abraza.

Mientras lo hace no puedo contener más el llanto, mi madre comienza a acariciar mi pelo de manera tranquilizante y con el tiempo comienzo a calmarme.

Es la misma pesadilla de siempre y a pesar de que han pasado años, el recuerdo cala en mí de forma que parece cobrar vida.

- Mi despertador suena y lo apago de manera instantánea, desde que desperté en la madrugada no he podido dormir y ahora debo que levantarme para ir a la universidad.

Mi primer día.

Me levanto, entro a la ducha con la intención de espabilarme un poco, me pongo el uniforme del colegio, me aliso el pelo y me enchino mis pestañas.

Hasta que mis cicatrices sangren oro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora