Hasta que mis cicatrices sangren oro.

Capítulo 11 "Sin confusiones"

Alissa

Al llegar puedo observar un lago y una cabaña.

Mi mente trae el recuerdo en el que él me enseñó a nadar y tal vez por esa razón no le digo nada respecto a todo lo que ha hecho para traerme.

La verdad es un lugar muy bonito.

La caballa se sitúa en la orilla del lago y tiene una lancha en la orilla.

-Bienvenida a una de mis humildes moradas.

-Bueno si lo dices así, no suena muy humilde. - Mi comentario logra hacerlo reír.

-Vamos te mostraré todo por dentro.

-Espera debo avisarles antes a mis padres.

-Ah por eso no te preocupes, le he dicho al chofer que les avise que estás aquí y la hora en la que pasen a recogerte.

-Vaya pensaste en todo. Espera, ¿Realmente prestaste tu calculadora?

-Obviamente no, solo quería verte y no sé me ocurrió mejor excusa para hacerlo.

-Sin confusiones, ¿queda claro?

-Por mí está bien. Seremos amigos, claro de esos que van a comer juntos y esas cosas.-Contesta desinteresado.

-Me parece Perfecto.

-Una vez hablado el tema y con las cosas claras, ay que entrar de una vez. Es un lugar muy bonito, ya verás. - Akín comienza a caminar y me invita a pasar a la cabaña.

Akín no mentía al decir que la cabaña era muy bonita.

Por dentro tiene un jacuzzi, un balcón con vista hacia el lago. La madera reluce en toda la cabaña y al entrar percibes un ambiente hogareño al ver la chimenea, que se sitúa en medio de esta.

El color rojo resalta en sillones y cortinas.

-Sí que está bonita.

-Obvio, yo tengo buenos gustos para todo.

-Mentira no es, por algo te gusté yo. -Contesto altiva.

-Sí, eso fue antes, así que no te sientas tan importante. Fue ¿Hace 8 años o tal vez 9?

-Pues te recuerdo que hace unas semanas, estuviste en mi cama, porque yo así lo quise.

-Soy hombre, que te puedo decir... -Se encoge de hombros y sé que me quiere molestar.

-Te volviste muy odioso. - Ruedo los ojos ante su comentario.

- ¿Yo? Yo soy un amor de persona, claro solo con quien se lo merece...

-Y ahora te robas mis frases.

-Algunas... únicamente las mejores. Por cierto, cambiando un poco el tema. Traje vino y compré pizza para comer, especialmente hawaiana. Tu favorita.

- ¿Y cómo estás tan seguro que sigue siendo mi favorita?

-Vamos Alissa, cuando eras niña mordías al que quisiera comerse la última rebanada de ese tipo de pizza. No creo que una obsesión como esa, se deje de un día a otro.

-Sí, bueno tienes razón.

-Y en la televisión que... -Oprime un botón y una parte de la madera se abre dejando ver una pantalla plasma de 65 pulgadas. -está ahí, hay Netflix, así que ve eligiendo que ver mientras yo sirvo todo.

-Está bien, me parece un trato justo.

Enciendo la pantalla y comienzo a ver el contenido Netflix, termino eligiendo una película de romance y drama adolescente con título "Love Rosie".