Capítulo 29 "Peligroso Deseo"

56 7 79
                                    

Alissa

Aparco el coche frente a la mansión de Keops.

Keops, Kereem y Kefrén nos esperan en la entrada. Megan le ofrece una mirada molesta a Kefrén y el gesto me causa un poco de gracia.

Mi madre me dice que necesita hablar con Keops, así que la dejo. Mis hermanas se han ido en junto con la ama de llaves.

-Tatiana, sube a mi cuarto el kit de primeros auxilios por favor. - Le pido sería y me da un asentimiento.

Cuando caí sobre la mesa de vidrios sentí como algunos se clavaron en mi espalda, sin embargo, en el momento no me dolió.

Subo a mi habitación y me deshago de mi sudadera, era negra por lo que la sangre no es notoria.

Tocan la puerta.

-Adelante. -Dictaminó mirándome la espalda en el espejo.

Tengo algunas heridas, pero solo logro observar una profunda.

-Tatiana me dijo que lo necesitabas. ¿Estás bien? - Kefrén menciona detrás de mí.

El que se aparezca, así como así me causa conflicto, ya hablaré con Tatiana.

- ¿Qué haces aquí? -Pregunto en tono molesto.

-Vine a entregarte esto. - levanta la caja del kit de primeros auxilios.

-Ya está... ponlo ahí y sal por favor. -Digo cansada.

-No, yo creo que es mejor que primero revise tus heridas. Están en la espalda y se te dificultará. -Dice y se sienta en el borde de mi cama. -Siéntate. - con la mano da ligeros golpes sobre la cama.

La verdad el día ha sido muy agitado, nada más quiero quitarme los vidrios y dormir. Además, esta vez tiene razón, si ya es difícil limpiar las heridas, sacar los vidrios será un trabajo aún más complejo. Así que le hago caso, me siento a su lado y me quito la blusa. Kefrén me da un repaso y traga duro.

- ¿Te quedarás hoy? -No sé por qué he hecho esa pregunta.

-Sí, Keops y yo tenemos un asunto pendiente muy importante. Es algo así como un enemigo en común, que al parecer también es parte de tu pasado. -Contesta serio.

- ¿Mi pasado? ¿De qué me hablas? -Contestó confundida.

-Liam... Liam está cerca y no debemos dejar pasar la oportunidad. -Dice serio.

El escuchar el nombre del hijo de puta y saber que esta cerca,  me enciende mi nerviosismo y la sed de venganza.

- ¿Cómo? ¿Buscas al que es tu amigo? No me digas, ¿te estafo? -Contestó sarcástica, él tensa la mandíbula.

-Él nunca podrá ser mi amigo. -Contesta serio y en sus ojos puedo ver ¿furia? -Si me dejarás explicarte como fueron las cosas, no estarías haciendo estos comentarios estúpidos. -Contesta molestó.

Saca un algodón y lo moja con alcohol. Sin avisarme lo pone sobre la herida más profunda y sé que lo ha hecho adrede.

-Auch, hazlo con cuidado.-Le digo molesta - Mira te explico, tampoco es como que dijera bueno llamemos al tipo que me entrego, al hijo de puta que más me ha dañado, para que me dé una explicación. -Espeto sarcástica.

-Te llamé. Además, el día de la muerte de Irem quise hablar y no me dejaste. -Dice tranquilo, con unas pinzas comienza a sacar los cristales incrustados en mi espalda. 

Duele un poco, pero el dolor es soportable.

-Cambie mi celular después del secuestro y el día de la muerte de Irem no era el momento. Además, sabías perfectamente donde vivía, pudiste explicarme las cosas, pero no, decidiste que era mejor entregarme y largarte como si nada -digo sería.

Hasta que mis cicatrices sangren oro. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora