Capítulo 14 El Cuervo (4)

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Tooki miró al niño retorciéndose mientras sujetaba su cabeza y las lágrimas salían de sus ojos por montones. Sentado en el suelo, Raven había comenzado a temblar violentamente.


— Haaaa...


Un largo suspiro salió de la boca del espíritu cuando notó la mirada del hombre de ojos rojos en el espejo.

Se acercó al niño que permanecía temblando y lloriqueando en el suelo y lo tomó en sus brazos. El chico lo miró medio sorprendido, pero aceptó el gesto de inmediato enredando sus brazos alrededor del cuello del espíritu.


— ¿Ya te sientes mejor?


Después de un rato de consolar al niño, Tooki sintió como este dejaba de temblar y normalizaba su respiración. Raven asintió suavemente mientras reposaba su cabeza sobre el hombro del hombre.


— ¿Tienes alguna pregunta para mí?

—...


El niño se removió inquieto entre sus brazos y continuo.


— Eres "El Cuervo"... ¿Verdad?


Un fuerte temblor sacudió todo a su alrededor cuando un terrorífico crujir llego a sus oídos.


Si vuelves a llamarme así, lanzaré una maldición sobre ti y sobre todos tus descendientes.


Raven respiró sorprendido y lo miró con los ojos bien abiertos.


— E-entonces... ¿Cómo debo llamarte?

— Mi nombre es Tooki... ¿Tienes una idea de donde estamos?

Es algo así como tu mundo, ¿no?

— jajajajaja.... Algo así.


Una sonrisa sombría se dibujó en el rostro del hombre de manos negras.


— ¿Ves la estatua en medio de la plaza?


El niño asintió con fuerza.


— ¿Sabes quien es?

— Tal vez... ¡¿Eres tú?!

— Pfft ja, ja, ja... ¡Claro que no!


El hombre se burló de él descaradamente.


— Es el Dios a quien sirvo. Estoy aquí, en esta montaña, esperando por las almas de los mortales. Solo aquellos que poseen un alma extremadamente codiciosa pueden llegar aquí...

Entonces... ¿Ellos dejan esas cosas brillantes por el camino?

Hmm... No exactamente.

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now