Lottie no lo noto, pero Raven se había enmudecido después de ver su expresión.
La niña había sacado el objeto de la caja y lo había puesto entre sus dedos.
Curiosa por la luz que se escapaba desde adentro no aguanto y quito la tapa. Sus ojos azules, bañados por una suave luz plateada se hicieron más grandes cuando la pequeña figura de un hada danzante se alzó desde el interior.
La pequeña figura refulgía en la oscuridad de la noche revoloteando en el fondo del objeto.
Ella sonrió dulcemente mientras observaba el cuerpo que parecía dejar bolitas de luz cada vez que se meneaba; sin embargo, sus ojos se abrieron aún más cuando escucho la canción que salió de la boca de la criatura de luz. La voz suave cantaba una melodía en idioma antiguo que ella no pudo entender, pero que parecía hermosa.
Lottie levanto la cabeza y sus ojos se cruzaron con los del niño frente a ella.
"Es intenso..."
La mirada del joven parecía querer hacer un hueco en su rostro.
— Raven... ¿Ocurre algo?
El niño no respondió, en cambio, camino hacia el barandal que protegía el balcón y suspiro apoyando sus brazos en el borde duro. Permaneció un rato cabizbajo y en silencio antes girar la cabeza y responder.
— ¿Te gustó?
— Es muy hermoso, gracias.
Charlotte cerro la caja y se posicionó a un lado del chico en silencio, esperando a que él se animara a decir lo que le molestaba.
— Lottie...
Raven hablo después de una larga pausa.
— ¿Me odias?
Ella dudó por unos segundos.
Después de librarse del maleficio que oscurecía su corazón, era consciente de que no lo odiaba, por el contrario, disfrutaba estar cerca del niño, tanto que se sentía codiciosa, pero al mismo tiempo, le temía.
Las imágenes sobre el futuro que vivió antes permanecían imborrables en su cerebro, sacudiendo su corazón y llenándolo de miedo por la posibilidad de ser asesinada a manos de él nuevamente.
— Entiendo...
El niño pronunció las palabras de manera extraña, como si se hubiera dado cuenta de una verdad dolorosa.
— Sabes que no es necesario que te quedes a mi lado, ¿verdad?... Está bien si deseas ir a casa.
Raven, quien seguía sin mirarla a la cara, no pudo darse cuenta de lo afligida que lucia Charlotte después de escuchar sus palabras.
— ¿Quieres que me vaya?
No pudo evitar que su voz sonara lastimada.
Él la miró de inmediato, un poco alarmado por el tono en que hablaba y descubrió que los ojos de la niña se habían llenado de lágrimas.
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La única salida es amar al villano
RomanceCharlotte creció para ser amada y adorada como la única hija del Marques Raphelle pero sus sueños se destruyeron el día en que fue traicionada por su gran amor para despues ser asesinada sin piedad por el Duque Green. "¿Donde estoy? ¿Por qué mi cuer...