La única salida es amar al villano

Capítulo 34 Y sí...

Thomas estaba derrotado en su cama.

Había tenido un día de entrenamiento particularmente duro debido a que se acercaba la fecha en que debía acompañar a su padre en el viaje por el territorio, buscando los nuevos alumnos que entrarían el próximo año.

Faltaba poco más de un año para que se graduara de la academia y aquel viaje era uno de los requisitos que se pedía los últimos dos años. El maestro que supervisaba las practicas, fue especialmente duro debido a que varios estudiantes se retirarían durante al menos un mes.

"Sabía que los últimos años eran brutales, por los comentarios de los superiores, pero no esperaba que fueran tan horrorosos."

— Mmmm

El chico de quince años se removió en su cama cuando escuchó a Carl y a Miles conversando abiertamente.

— Es genial no ser noble y no estar hecho añicos como tú.

El chico pelirrojo con quien compartía su cuarto se rio de él cuando lo vio intentando levantarse de la cama.

— De verdad es malo...

Miles lo apoyó.

Thomas logró sentarse después de un rato y suspiró mientras se frotaba los ojos.

— Es una pesadilla... Llevo años entrenando y aun así, me duelen todos los músculos.

El chico se puso de pie mientras estiraba su cuerpo.

— ¿Qué hora es?

— Oh... Te perdiste la cena

— ¡¿QUÉ?!

'Grrrr'

Su estómago se quejó.

— ¡Mierda!

Maldijo mientras sujetaba su barriga.

'Snif-snif'

— ¡Demonios! ¡Huelen a comida!

— ja, ja, ja... No somos nosotros.

Miles sacó un pequeño paquete envuelto en una capa y lo balanceó frente a él.

— Pensé que tendrías ham...

'Toc-toc'

— Aghh... No puede ser... ¿Otra vez?

— ¿Es que nunca se cansa?

— Haaa...

Thomas suspiró fuertemente.

— Está bien, yo iré.

Dejó la comida a un lado y caminó hacia la puerta. Sus amigos lo miraban a sus espaldas con rostros cansados.