Venessa odiaba los días de tormentas.
La fiesta de sucesión del Duque Green se había realizado con éxito hace casi un mes, para este entonces, la noticia del problema mental del príncipe se había difundido por todas partes, así como su incapacidad para continuar con la línea del trono.
"Todo va perfectamente, todo está bien."
Ella repetía una y otra vez en su cabeza mientras miraba las gotas de lluvia, resbalando por la ventana de su recámara, sumida en tinieblas.
Su humor debería ser el mejor.
Desde la muerte de su hermana, se había dedicado a poner en orden los asuntos del Conde. Uso los bienes recibidos de los pueblerinos para restaurar en gran parte la mansión que sus consanguíneos habían maltratado durante tantos años.
Inventó una historia acerca de como su hermano pequeño había enfermado gravemente y como su madre eligió la salud del niño a su matrimonio con la casa Lynch, huyendo lejos junto a su hijo y dejándola al lado de su padre, todo esto con el fin de deshacer en parte los malos rumores que giraban en torno a ellos. Contrató nuevos sirvientes, que se ocuparon de ella y de la casa. Por su puesto les prohibió acercarse al Conde, dando como escusa que el hombre había caído en una gran depresión producto del abandono de su esposa y que se encontraba mentalmente inestable.
Procuró no volver a poner una mano sobre el cuerpo de Lynch, aunque continuo dándole Luminius de vez en cuando para evitar que despertara y el plan se arruinara.
Por otra parte, la condición del príncipe era la esperada.
Nunca antes se había intentado unir un alma a un objeto maldito, pero ella lo logró, aunque tuvo que consumir más carne del dios para obtener el resultado que esperaba. El mana negro actuó como potenciador incrementando sus propios poderes, pero dejando también algunas secuelas en su cuerpo humano. Era un efecto secundario que también estaba previsto, así como el estado actual del príncipe heredero, tras consumir otra dosis del cuerpo del ser celestial, ella tuvo repercusiones.
"Es molesto tener que usarlos siempre..."
Venessa miro sus manos cubiertas de guantes que ocultaban las marcas negras que trepaban desde sus dedos hasta sus hombros como gruesas raíces, pero todos los sacrificios valían la pena para ella.
Si las cosas continuaban como estaban previstas, Caster se emparejaría con la chica de los Raphelle, dándole el papel de la prometida de la joven estrella. Ya tenía un plan para separar al chico Green de la muchacha y obtener el lugar que necesitaba. De una forma u otra, necesitaba conseguir el puesto de Duquesa para subir su estatus noble, así, cuando Raven Green enloqueciera y matara a la prometida del emperador, ella estaría en la mejor posición para convertirse en la esposa del futuro emperador y gobernar, de esta manera, el imperio Lantis.
'Rumble'
El ruido del trueno la sacó de sus pensamientos.
Afuera ya era de noche y la lluvia continuaba cayendo a cántaros sobre los rosales del jardín de la mansión.
Venessa, trago en seco, se dio media vuelta y se metió en su lujosa cama.
Desde que la Condesa se había ido, ella usaba su cuarto. La habitación de Solen era extravagantemente lujosa. Artefactos y adornos de oro relucían, por todas partes, cortinas de terciopelo rojo y sabanas de seda.
[Lo mejor, para la mejor.]
"Habría dicho mi hermana."
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La única salida es amar al villano
RomanceCharlotte creció para ser amada y adorada como la única hija del Marques Raphelle pero sus sueños se destruyeron el día en que fue traicionada por su gran amor para despues ser asesinada sin piedad por el Duque Green. "¿Donde estoy? ¿Por qué mi cuer...