La única salida es amar al villano

Capítulo 63 Fiesta (2).

Ella tomó su mano y se dirigieron al centro del salón.

Solo podía mirar el rostro nervioso de Raven. 

A pesar de que practicaron durante muchos días, el niño continuaba cometiendo pequeños errores al bailar, pero ella estaba tranquila.

"Quizás el baile no sea perfecto... pero será suficiente."

Ambos detuvieron sus pasos. Ahora se miraban de frente. Lottie no pudo quitar la vista de sus bellos ojos rojos.

Se inclinaron un poco para saludarse y juntaron sus cuerpos.

Fue extremadamente consciente del calor que emanaba de la mano que sostenía su cadera, mientras la otra se enredaba entre sus dedos.

La música suave comenzó. Un compás de tres tiempos se escuchó por todo el salón.

Los niños, que se habían vuelto el centro de atención, brillaban mientras se balanceaban al ritmo de la orquesta imperial.

Lottie rio. El rostro arrugado del niño indicaba que estaba prestando especial atención en no cometer errores.

"Es transparente."

— Relájate.

Ella susurró por lo bajo y él pareció perder el hilo por un momento.

— No hables... Me desconcentras.

Ella cerro los ojos y se dejó llevar por la guía del niño.

La música se detuvo y volvieron a saludarse.

Charlotte dio un vistazo al emperador que parecía satisfecho antes de dar la vuelta con la intensión de dirigirse a las mesas donde se habían servido un montón de bebidas y comida para los asistentes, pero el agarre del niño la detuvo.

El primer baile no tuvo mayores percances lo que parecía haberlo llenado de confianza.

— De nuevo...

Él no la dejo ir fácilmente.

La pista ya se había llenado de parejas esperando la siguiente pieza y Raven no parecía dispuesto a rendirse.

— Está bien.

A pesar de los cuchicheos, lo escucho suspirar mientras cerraba los ojos, parecía intentar deshacerse de los nervios antes de que la pieza comenzara.

Volvieron a saludarse y se acercaron nuevamente.

— Esta vez, no cierres los ojos ni apartes la vista.

Lottie asintió un poco extrañada.

Raven no lo sabía, pero para ella los sentimientos del niño eran evidentes. No era que el muchacho tratara de ocultarlo, sin embargo, se hizo muy notorio después del primer beso. Fue entonces que Lottie comprendió a que se refería cuando mencionaba que era su culpa que él cometiera errores. El joven duque simplemente no podía evitar perder hilo de las cosas mientras la observaba.

Sintió la mirada de él sobre ella y levanto la cabeza.

Los ojos rojos que la veían sin pestañear rebozaban confianza.