Capítulo 29. Encuentro.

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Lottie y Liam se quedaron esperando a que Raven despertara.

Cada vez que veía el rostro tranquilo del niño mientras dormía, no podía evitar recordar el día anterior cuando el muchacho enfrentó al monstruo de piedra y ganó.

Después de que ese hombre llamado Youm lo atrapara en el aire, el duque Green había corrido rápidamente sin importarle los gritos de los jueces que decían que era peligroso acercarse.

"Jamás había visto un hombre adulto tan preocupado por su hijo."

Lottie movió un mechón de cabello que caía sobre el rostro del niño que seguía durmiendo plácidamente.

Una vez que el duque llegó hasta Raven, llamó de inmediato a un médico y se lo llevaron a la sala donde se encontraban ahora.

Los doctores trataron sus heridas superficiales con magia, pero no podían llenar el mana que había usado, así que tuvieron que esperar a que la energía del niño se recuperara por si sola.

Los duques dejaron a los pequeños vigilando a Raven y se marcharon a algún lugar acompañados por Youm.

Ella tenía la sospecha de que irían a pedir explicaciones acerca de la dura prueba que se le puso al muchacho.

"Espero que todo salga bien."


— Hmmm...


Raven hacía sonidos extraños mientras dormía.

Ella lo miró y no pudo evitar reír, aunque por dentro únicamente quería vomitar.

Seguía sin explicarse por qué a veces sentía cariño por el niño y a la vez deseaba mantenerse lo más alejada posible de él.

Un toque, una sonrisa o nada más mirarlo a los ojos se volvían acciones cada vez más difíciles de realizar. El temor que sentía por él no había disminuido en todo el tiempo transcurrido desde que regreso del futuro. Era consciente de que el niño no era el mismo hombre que la había matado, pero al mismo tiempo, no podía evitar temblar de miedo cada vez que pensaba en que el chico podía cumplir en cualquier momento el mismo destino.

Su preocupación pareció incrementarse desde que el despertar de Raven. Era como si el muchacho la evitara a propósito. Por supuesto, notó que ya no era capaz de verla a los ojos. Siempre que parecían intercambiar palabras, el niño simplemente miraba hacia otra parte o usaba palabras frías para dirigirse hacia ella.

No pudo evitar comenzar a sentirse sola otra vez. Recordó que esa fue la razón de que se apresurara tanto a entrar en el mundo social organizando fiestas de té y algunas reuniones de señoritas.

Raven había dejado de responder sus cartas desde la última vez que se vieron en la celebración de su contrato con el Cuervo. Si bien era cierto que Liam seguía enviando correspondencia todos los días sin falta, el vacío de no tener un amigo o alguien con quien conversar otra vez la estaba empujando lentamente en la misma dirección.

Sentía que estaba recostada sobre las olas de un mar tormentoso donde la única salida era abrazar la posibilidad de que las olas la llevaran al mismo destino. No importaba cuanto luchara por salir o nadar en una dirección distinta, la corriente seguía empujándola una y otra vez a cometer los mismos errores.


— Haaa...


Ella suspiró pesadamente.

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now