Capítulo 72 Cuentos para dormir (3).

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Venessa sintió escalofríos cuando los dedos del hombre tocaron su piel.

Él no era como los demás "hermanos" que había conocido, era casi como si un aura especial lo rodeara.

No tenía claro si era su rostro de facciones delicadas, casi angelicales; sus ojos dorados, su cabello del color de la luna o que se podía percibir desde lejos un sutil poder mágico a su alrededor. A pesar de su elegante y delgada figura, era un hombre que irradiaba un enorme poder, por lo que se le hacía muy difícil apartar su mirada de él.

"¿Qué es esta aura mágica?"

El aura alrededor del cuerpo de Nikos era débil, tan imperceptible que hacía difícil que alguien en su séquito de aldeanos ignorantes, pudiera notarlo.


— Yo no les enseñé todo, ¿sabes?


Él continuaba con la mirada fija en su rostro, sin apartarla en ningún momento.


Shaya era el Dios del Sol, el Señor de todos los espíritus de mi familia. Todos quienes no obtenían un sirviente del Dios del Sol, fueron descartados como herederos del linaje. Fueron reubicados en otras familias... Así funcionaba el reino de Orian, las nobles casas solo admitían personas que hicieran contratos con sus propios espíritus. Creían que así mantenían el linaje de su sangre...


Nikos rio y despego su vista de la chica mientras pronunciaba nuevas palabras.


— ¿Sabes cómo capturar un espíritu?


Venessa asintió cuando el lejano recuerdo cruzó por su mente y una nueva imagen se formaba en el espacio a su alrededor.

Nuevamente, observo al Gran Duque Avis de pie en una habitación de piedra débilmente iluminada.

"¿Un calabozo?"

En el centro del cuarto, se alzaba una cama de piedra, había escaleras que unían el piso con cada uno de los lados del rectángulo. De las esquinas del bloque de piedra, crecían columnas que llegaban hasta el techo, donde se unían entre sí formando diferentes patrones que simbolizaban a los dioses. En los bordes que separaban las paredes del piso y del techo, había runas antiguas talladas directamente en la piedra. La única luz de la habitación, provenía de dos braceros de fuego azul, posicionados en la entrada. Las estatuas de los dioses primordiales rodeaban la cama de piedra sólida, todas mirando el bulto que se retorcía y gemía con sus muñecas y tobillos fuertemente atados a la estructura.

Ella vio como varias personas ingresaban al lugar vistiendo las mismas túnicas de seda.


— Aprendí esto cuando escape del reino. Hay un grupo de salvajes que usa este ritual para comunicarse con los grandes dioses, pero también puede ser usado para... otras cosas.


Las personas vestidas con túnicas se pusieron a un lado de cada estatua mientras depositaban un pequeño objeto envuelto en telas a los pies del monumento más cercano. Cuando cada objeto fue puesto en su sitio, una tenue luz cubrió cada uno de ellos y se movió por el suelo uniéndose con cada estatua y con las runas dibujadas en las paredes. Por un instante el cuarto se iluminó de azul.

"Un espíritu de agua."


— ¡NGHHH!

La única salida es amar al villanoWhere stories live. Discover now