Luna de Sangre

Prólogo

31/10/2020 Newton, Massachusetts

11:30 pm

Tonta Avery.

Tonta.

Tonta.

Tonta.

Me repetí a mí misma mientras corría por el bosque oscuro, ¿cómo jodidos cojones me había metido en este lío? yo solo quería asistir a una fiesta de Halloween normal, como una universitaria normal... ¿De verdad era tan difícil?

Dejé de correr cuando sentía que ya me estaba quedando sin aire, apoyé mis manos en mis rodillas, respirando agitadamente, no sé cuánto tiempo estuve corriendo, pero ahora sentía que lo llevaba haciendo aproximadamente una hora.

Pero, joder, es que me había traído un buen susto. Estaba muy tranquila en la fiesta y de momento todo se ha descontrolado, yo había terminado aquí, perdida en el bosque, solitario, oscuro y con árboles que casi rasgaban el cielo.

Miré al susodicho, la luna menguante era lo único que alumbraba y no es que su luz fuera demasiada, todo se veía tan oscuro, sombrío y joder... estábamos en Halloween, la noche lucía muy tenebrosa.

De repente me estaba arrepintiendo de haber visto la saga de Camino Equivocado, ciertamente estaba empezando a sentirme que estaba en una de las escenas de esa película.

Crucé los brazos encima de mi pecho y me fundí con la capa roja de mi disfraz, agradecía a mi abuela por haberme incentivado a escoger un traje abrigado, si hubiera ido vestida como mis compañeras de universidad, probablemente ya estuviera como una estatua congelada en el medio del bosque. Eché un vistazo el boscaje oscuro a mí alrededor.

- Joder Avery... a ver ahora como salimos de esta. - me dije a mi misma antes de empezar a caminar con rumbo a algún lugar, esperaba poder salir de este manojo de árboles, tierra y olor a lluvia.

Pero esta mierda no tenía salida, a medida que avanzaba solo había más bosque, más bosque y más bosque... ¿cómo me había metido en esto...? ¿Por qué siempre me pasaban estas cosas a mí?

Me detuve en seco un momento después al escuchar un movimiento a mi izquierda, el corazón empezó a latirme asustado, las manos comenzaron a sudarme... ¿Qué fue eso?... señor, dime que solo es un gatico como en esas películas de comedia, donde se mueven los arbustos para que después salga un tierno felino blanco.

Me giré lentamente hacia mi izquierda, no había ningún arbusto para donde estaba mirando, solo había un grupo de árboles y una cosa negra entre ellos... Coño... ¿Y eso qué es? ¿Slenderman?

No, no Avery, Slenderman no existe, solo es una escalofriante leyenda urbana, relájate.

Respiré hondo y comencé a caminar hacia esa figura negra... ¿Por qué lo hacía? No tengo la menor idea, pero mis pies se movían solos y aunque algo en mi mente me gritaba que corriera en dirección contraria, no lo hice.

Maldición con que de verdad soy tonta.

Me detuve a unos metros de distancia al darme cuenta de un pequeño dato... que digo pequeño, era enorme, la cosa negra, no me había dado cuenta antes por la distancia, pero era grande... inmensa, demasiado grande para mi jodido pulso.

Quizás el jodido Slenderman si existía y estaba justo frente a mí.

En vez de salir corriendo me acerqué un poco más, incluso puedo escuchar como ustedes me gritan lo estúpida que estoy siendo en estos momentos, no me quejo, también lo hago con ciertas películas de terror, pero finalmente las entendía. Era una fuerza, de oscuridad y curiosidad, que te atraía desde el más mortífero lugar, y joder con que deberías cuidarte y alejarte, pero a veces llega a ser más fuerte que uno, y yo quería saber que era la silueta gigante que se escondía tras los árboles.

Ya a un metro de distancia me detuve abruptamente, dos puntos rojos se veían en la oscuridad, sudor frío corrió por mi columna cuando esa cosa empezó a moverse... en ese entonces fue que reaccioné y di un paso hacia atrás, luego otro y otro y las pequeñas lunas rojas se iban acercando.

Lo que sea que estuviera entre esas sombras, era gigantesco, jodidamente descomunal, debería medir al menos casi cuatro metros.

- ¿Qué coño...? - cuando la luz de la luna cayó encima de la criatura ante mí...me paralicé, y entonces lo pude ver con claridad.

Era un lobo, un lobo negro, con unos ojos rojos, rojos como la sangre, una criatura hermosa, su pelaje negro como el ébano brillaba bajo la luz de la luna, sus ojos preciosos y brillantes a la vez que hipnotizantes. Di un paso hacia él, la hermosa fiera no se movió, observaba todos mis movimientos.

Sin pensar absolutamente nada alcé mi mano para tocarlo, no sé qué me obligaba hacerlo pero, gracias a un momento de conciencia, me interrumpí en un movimiento brusco.

Su hocico era muchísimo más grande que mi mano... lo que significa que este lobo... es gigante... un lobo gigante... aquí... ¿un... lobo?

¡MALDICIÓN! ¡UN LOBO GIGANTE!

En ese momento, en que esa realidad me golpeó... todo se volvió negro.

To be continued...

(...)

❤❤❤