XVII. "This is fraternity"

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¡Atención! : Capítulo extra largo.

Vaya feria se han montado en el edificio hoy, incluso tenían un carrito de hot dogs y todo. Las paredes blancas ahora lucían coloridas debido a las cintas rosadas que colgaron de un extremo a otro, piso pulcro si ignoramos las serpentinas regadas por todos lados, pero el olor a limpio inundaba buenamente mis fosas nasales. Había música, se escabullía de algún rincón y sonaba a todo volumen. Una mañana movida, mis compañeros de Fraternidad pasaban de un lado a otro sin dejar de saludarme cuando me veían, subían y bajaban, algunos con cajas en las manos, otros con comida chatarra.

A ver si me explico: Esta mañana, cuando salí de mi habitación al pasillo, he descubierto un ambiente completamente diferente. Eran las 11am, las clases estaban suspendidas gracias a la semana de juegos, y yo pude haber ayudado a preparar si no fuera porque me levanté tarde. Ayer me había quedado rendida antes de poder comenzar el libro de Leyendas urbanas de Massachusetts.

Pensé en bajar a la cocina a por mi desayuno como hago siempre a las siete de la mañana cuando soy la primera en irme a clases, pero luego se me ocurrió que no era mala idea desayunarme un perrito caliente.

El chico de la gorra en la cabeza con la palabra Avengers tejida me regaló una esplendorosa sonrisa cuando me acerqué a su puesto en medio del pasillo.

- Ostia, la nueva. - dijo, pero no de forma desagradable. - Hasta que por fin sales de tu habitación. A veces no te sentimos y pensamos que puedes estar muerta, ¿sabes? - ¿eh? Mis cejas se alzaron e iba a replicar, sin embargo, la chica parada al lado de él le propina un buen zape en la cabeza, la gorra se le cae y va a parar a la freidora. Ahoga un grito. - ¡Mira lo que hiciste, Vi! - pero ella lo ignora. Yo le parezco más importante en estos momentos.

- Buenos días, y disculpa. Tony puede ser muy borde a veces.

- ¡Yo no soy borde! - se queja, intentando sacar la prenda del aceite. - ¡Aish! ¿Por qué tienes que ser tan brusca? Arruinaste lo que tanto trabajo me costó hacer. - la respuesta de la chica siguió siendo unos ojos puestos en blanco.

- Pero no te preocupes. - volvió a decirme. - Lo que quiso decir es que tenía mucha curiosidad en conocerte, todos la tenemos, uno de los objetivos de la reunión de hoy es ése.

- ¿Reunión?

- Mhmm. Hace rato no hacemos ninguna. Generalmente nos reunirnos todos en un círculo para conversar y actualizarnos, mirar películas, jugar videojuegos o chismosear sobre cualquier cosa. - se encogió de hombros. La idea me parecía linda, pero no creo que me sienta cómoda rodeada de personas. El chico había logrado sacar su gorra, que ahora goteaba grasa por todo el camino hacia el baño. Ella gritó, yo me sobresalté. - ¡Tony! ¡Hijo de puta! ¡Te voy a poner a limpiar todo el maldito edificio para que veas cuánto cansa!

- Lo haré, ¡cuando me compres una nueva gorra! - le respondió éste con un pie ya dentro del cuarto de baño unisex, ¿pretendía limpiar eso en los lavabos?

- ¡¿Ah sí?! - antes de que pudiera pensar bien, la castaña ya se estaba quitando una sandalia. - ¡Que te la compre tu abuela! - pero cuando se la tiró directo a la cara, el rubio tomó ventaja y se escabulló hacia dentro. El zapato chocó contra la puerta. Yo no podía estar más encogida frente a esta escena. - ¡Agh! Maldito imbécil…

- Este… lo siento, mejor voy y pillo algo abajo.

- Espera, espera, que yo te acompaño. Me aburría andar con Tony, después de todo. - sin previo aviso, entrelaza su brazo con el mío y nos guía hacia las escaleras. - Soy Vivianne, por cierto, aunque todos me llaman Vivi, o Vinnie, o Vi.

Asentí con la cabeza. Bonito nombre. Ella es bonita en sí. Unos pocos centímetros más alta que yo, con el cabello casi tan largo como el mío, pero rizado, sí, rizado, suave y castaño. Su piel brillaba más oscura que la mía, mientras yo parecía tostada por el sol, ella parecía bañada en chocolate con leche.

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