"He estado corriendo por la jungla, he estado corriendo con los lobos para llegar a ti. He estado en los callejones más oscuros, he visto el lado oscuro de la luna para llegar a ti."
Primer libro de la trilogía "Red Moon"
❌Advertencias❌
-Lenguaje Vu...
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Han pasado dos siglos, pero la historia sigue vigente en las creencias de varias personas. Eso según el libro. Se cuenta que los bosques fueron reinados por criaturas inmensas, terroríficas para los ojos humanos, y en realidad demasiado pacíficas para poder convivir con la crueldad del ser humano. Se cuenta que eso acabó matándolos.
Claro, mi primera reacción es pensar de eso como una mentira, una leyenda entre tantas. Sí, lo pensé incluso después de haber insistido tanto en que era verdad, después de buscar los argumentos que demostraban que yo no estoy loca. Pero la realidad me golpea, y no hay una jodida manera para que un lobo de cuatro metros no me devore en medio de la noche. Ellos son salvajes por naturaleza, si uno que solamente me llega a las rodillas puede despedazarme, entonces el que me saca más de dos metros… ni quería pensar en eso.
Así que todo está confuso en mi mente, y tengo miedo, no por aquella criatura, sino porque no sé si es real. He estado uniendo piezas en mi cabeza sin descansar, las probabilidades de que fue todo producto de un golpe en la cabeza mientras corría le gana a las de que existiera algo así de verdad. Por eso me tomo un respiro, pretendo olvidarlo todo, quizás también deseé borrar aquel día de mi vida para siempre. Pero hoy son las competiciones, el último día de la semana de juegos, sé que mi mente se mantendrá ocupada con ello.
- No, Rosanne… no voy a hacer eso. - meneé repetidas veces la cabeza, mientras me echaba hacia atrás, alejándome de ella y de la prenda entre sus manos.
- Oh, vamos, Avery. Sé que te sabes la coreografía, te he visto bailarla desde las gradas cuando crees que nadie te estaba viendo. - sentí mis mejillas calentándose. ¡Se supone que era una persona discreta!
“En tus sueños, eres una persona discreta.”
Aclaró la conciencia, yo volví a negar rotundamente. Odiaba que sus comisuras tiraran hacia arriba, formando esa sonrisa traviesa de quien sabe muchas cosas y puede lograr lo que quiera.
- No lo haré, Rosanne… ¿y si me caigo? sabes que soy muy torpe.
- Avery, no te vas a caer. - una risa salió de su garganta antes de que me lanzara el uniforme a la cara, yo lo agarré antes de que se cayera al suelo.
- ¡Rosanne! - le grité al ver que comenzaba a alejarse.
- Te espero para el ensayo, Avery.
Su pelo revoloteaba con su animado caminar y la falda se ondeaba en el proceso. Suspiré, cerrando los ojos con resignación. Diablos.
¿Porrista? ¿Yo de porrista? En serio esto me parecía un muy mal chiste.
“Lo dices como si no te gustara la idea.”
Es que no me gusta.
“¡Oh, por favor! Sí te gusta, el problema es que tienes miedo, te sientes insegura acerca de bailar frente a tanta gente. En otras palabras: Estás muy pendeja, mijita.”
