Despertar por la mañana con su dulce cosita durmiendo entre sus brazos era el mejor sentimiento que Yoongi podría tener alguna vez.
El pequeño cuerpo de Jimin siempre estaba apegado a su lado, ya sea con una pierna entre las suyas, un brazo en su abdomen, o su cabeza descansando sobre su pecho, inclusive, a veces había despertado con su dulce chico casi durmiendo encima de él.
Y en tan pocos días se había acostumbrado tanto a la presencia del pequeño híbrido en su cama, en su vida, que en las noches llegaba a despertar cuando no lo tenía cerca, encontrándolo durmiendo en el otro extremo todo destapado y con un brazo colgando fuera del colchón.
Sí, su dulce chico tenía unos hábitos terribles para dormir, siendo una cosita inquieta incluso en sus sueños, pero eso no molestaba para nada a Yoongi, solo le sacaba una dulce sonrisa mientras lo volvía a colocar a su lado y lo tapaba.
Contemplar su bello rostro en las mañanas tras despertar también era un bono extra a todo, ya que nunca se cansaba de admirar sus dulces facciones, de traspasarlas una y otra vez con sus dedos en una suave caricia.
De las pocas veces que se imaginó cómo sería su pareja tras encontrarlo, nunca pensó en alguien como Minnie, dulce, hermoso, tierno, alegre, curioso, un ángel.
Alguien perfecto para él, porque sin importar la expresión en su rostro, Jimin nunca se asustaba de él, ni siquiera de su tamaño o su oso, a quien todavía no conocía personalmente.
Jimin siempre era todo sonrisas y dulzura a su alrededor, sin temor a nada, y eso le encantaba a Yoongi.
No quería que su relación se basara en el miedo y poder, no como la relación entre sus padres.
Pero había una clara diferencia entre ellos y sus padres, y era que ellos estaban destinados a estar juntos, la conexión en ellos, la química... Todo eso solo era un paso para ayudar a conocerlos, junto al ligero lazo que transmitía la confianza entre ellos.
Con sus padres nunca hubo nada de eso, nunca lo observó ni sintió.
Tal vez ellos no habían sido una pareja como él y su dulce chico y solo se habían unido en la desesperación de no encontrar a su destinado, porque era de conocimiento común que no todos los cambiaformas lograban encontrar a sus parejas.
Por lo que, había tenido suerte cuando su ardillita se subió por error en su camioneta aquel día, o tal vez nunca se habrían podido encontrar otra vez considerando como había estado viviendo Jimin antes.
Observando el bello rostro dormido de su ardillita, sonrió besando su frente, luego sus párpados, mejillas y regordetes labios.
El rostro de su omega se arrugó y balbuceos inentendibles salieron de sus bonitos labios. Quejándose, se acurrucó más al lado de Yoongi intentando ocultar su rostro y seguir durmiendo.
Enternecido, el alfa acarició su cabello por unos largos minutos, aliviado de que finalmente su pequeña cosita estuviera mejor.
Había sido una semana desde que su dulce cosita se resfrió, y solo entonces estaba mostrando visibles signos de recuperación.
Luchando los primeros días con la fiebre debido a su inesperada presentación que solo alargó más su resfriado, para luego luchar con la molesta tos y dolor muscular.
Y de lo único que estaba seguro, era que no iba a permitir que su dulce chico se volviera a resfriar, ni se enfermaría de cualquier forma.
Descubrir con Hoseok que Jimin realmente había sobrevivido todos esos años meramente por su mitad de cambiaformas los había enfurecido a ambos, aún más cuando su pequeña cosita contó que siempre que se enfermaba lo encerraban y abandonaban hasta que estuviera mejor por su propia cuenta, sin darle ningún medicamento ni nada.
ESTÁS LEYENDO
🌼Cutie Pie🌼
FanfictionPorque Minnie solo era una pequeña cosita dulce abusada que ni siquiera tenía el conocimiento de ello, y como su pareja, el oso alfa Yoongi lo protegería de todos los malvados, incluso de aquellos que se burlaban de su colita y orejitas peludas, por...