Minnie había logrado despertar algunas otras veces anteriores, pero siempre que lo hacía apenas podía mantener sus párpados arriba para contemplar a su oso moviéndose a su alrededor o estando apegadito a su lado, sosteniendo su mano o su cuerpo, lo que era realmente agradable.
Le gustaba eso, poder apreciar a Yoongi cada vez que sus ojitos estaban abiertos era lindo, pero lamentablemente nunca lograba observarlo mucho tiempo por más que lo deseara.
Su cuerpo se sentía muy pesado y su cabeza dolía. Escuchaba palabras lejanas, dulces promesas, y sentía cariñosas manos tocándolo, intentando calmar el calor o el frío de su cuerpo.
Y todo le encantaba, a pesar de que no se sentía bien, no tenía miedo porque el señor chocolate estaba a su lado al menos en sus sueños, porque eso debía de ser todo, un dulce sueño muy bonito.
Cada vez que Minnie se sentía mal, su tío y primo lo dejaban solo, abandonado en aquel pequeño cuarto para que no molestara a nadie hasta que mejoraba solito por su propia cuenta.
Si entraban y él seguía igual, lo volvían a mantener encerrado en la habitación por otros días más, pero si se encontraba mejor, lo colocaban a trabajar inmediatamente.
Y Jimin odiaba eso, realmente odiaba estar solo y enfermo, pero si se quejaba era peor, y él le había prometido a su mami ser un niño valiente, por eso nunca lloraba.
Pero... Lo había hecho aquella noche que el omega malo con sus amigos lo molestaron diciéndole cosas feas. Y lo volvió a hacer después con su amigo Jin.
¿Por qué ya no podía ser tan valiente?
—¿Bebé, ya estás despierto? —preguntó una dulce voz baja.
Minnie apretó sus ojitos juntos y se acercó más al agradable calorcito que estaba a su lado izquierdo. Sintió como un brazo lo rodeaba por los hombros, acercándolo más al fuerte cuerpo y luego una cariñosa mano tocaba su cabello y luego sus orejitas peludas.
Soltando un pequeño murmullo inentendible de puro gusto ante la caricia, movió sus orejitas aplanándolas contra su cabello y luego alzándolas, pidiendo más.
Una rica risa un poco grave se escuchó y Jimin sonrió sintiendo una ligera vibración bajo su mejilla.
—Vamos pequeño, tienes que comer algo —pidió Yoongi, volviendo a acariciar a su dulce chico.
Deslizando su dedo por el arco de sus cejas, bajando por el puente de su nariz de botón, desviándose hacías sus mejillas con un ligero rubor sano, y llegando a sus abultados labios.
Sintiendo la ligera caricia por su labio inferior y luego superior, Jimin soltó una suave risita por las cosquillas que le provocaba y abrió atrapando entre sus dientes en una suave presión aquel dedo que no le dejaba seguir durmiendo.
Soltando otra risa baja, Yoongi alejó su dedo una vez fue liberado y alzó su mirada, finalmente contemplando otra vez aquellos bonitos ojos verde jade que le observaban con curiosidad.
—Es bueno que finalmente hayas despertado —expresó con ternura, plantando un beso en su frente.
Su dulce chico parpadeó con lentitud y alzó una de sus manos para restregar sus ojos, entonces le observó otra vez y tocó su frente antes de tocar a Yoongi.
—¿No sueño? —murmuró, observándolo.
—¿Parezco ser un sueño? —se burló alzando una ceja.
La pequeña ardilla híbrida hizo un puchero.
—Pero Minnie no-... —bajando su cabeza, Jimin tosió en un pequeño sonido casi contenido que derritió el corazón del alfa.
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🌼Cutie Pie🌼
FanfictionPorque Minnie solo era una pequeña cosita dulce abusada que ni siquiera tenía el conocimiento de ello, y como su pareja, el oso alfa Yoongi lo protegería de todos los malvados, incluso de aquellos que se burlaban de su colita y orejitas peludas, por...