🌼Cutie Pie🌼

🌼Capítulo 11🌼

Sentado en el sillón, Minnie movió sus dedos encima de su regazo y suspiró antes de robarle una pequeña mirada al hombre que Yoongi le había pedido que conociera por una hora.

Cuando sus miradas se encontraron, Jimin la volvió a apartar para concentrarse en sus manos otra vez.

Jimin no había querido realmente estar con alguien extraño, y se había negado cuando el señor chocolate lo presentó con el hombre que llamó psicólogo, la persona que según si amigo Jin ayudaba al hombre malo del día anterior, el omega llamado Dong-min.

Claro que cuando el gran oso se lo pidió como un favor, sosteniendo su rostro entre sus grandes manos y prometiéndole un dulce si entraba por una hora con Kyungsoo, el pequeño hombrecito no había podido negarse otra vez.

Por lo que ahí estaba, sentado en aquel cómodo sofá en completo silencio mientras esperaba que aquella hora pasara rápido.

Minnie tenía cosas que hacer al salir.

Tenía que alimentar a los pollitos, jugar con las ovejas, comer con Yoongi, buscar a su amigo Jin, recolectar algunas verduras o huevos y volver con el señor chocolate para cenar.

Sí, tenía muchas cosas por hacer y si terminaba alguna de ellas temprano, tal vez podría volver a tener algo de tiempo libre para pasarlo con Yoongi esta vez.

Había descubierto que realmente le encantaba el tiempo libre, pero sabía que los disfrutarían aún más si el gran oso estuviera con él.

—¿Jimin?

Claro que si Yoongi estaba ocupado otra vez entonces tendría que hacer otra cosa, pintar o leer alguno de sus cuentos.

—¿Jimin?

Y si...

—No despareceré solo porque me ignores, Jimin —musitó el psicólogo, logrando que un puchero marcado naciera en el rostro de Minnie.

—¿Por qué? —gruñó bajito, finalmente observando en dirección del omega.

—Los problemas no desaparecerán solo porque los ignores —respondió tranquilamente—. Tienes que enfrentarlos y resolverlos.

Minnie llenó de aire sus mofletes y le observó en silencio.

—Si no respondes aunque sea unas pocas de mis preguntas se lo tendré que decir al alfa Yoongi —advirtió—. Y realmente no quiero hacer eso porque me dijeron, especialmente un gran hombre que te espera fuera de esa puerta, que eres un bueno chico —expresó.

Jimin soltó lentamente el aire de sus mejillas y observó en dirección de la puerta que mantenía afuera al señor oso.

—Minnie buen niño —asintió despacio.

—Entonces, si solo pudieras responder algunas de mis preguntas, harías muy feliz a Yoongi —prometió.

—¿Yoongi feliz? —preguntó interesado.

—Así es —asintió con una sonrisa que relajó su rostro—. Solo unas poquitas —reiteró juntando su dedo pulgar e índice.

—Bien, Minnie solo unas poquitas —asintió el dulce chico.

—De acuerdo. Empecemos por algo fácil, ¿sabes dónde vive tu tío y familia? —preguntó.

—En una casa —contestó.

—Bien. ¿Cuántos años tienes?

—Dos veces diez —enfatizo moviendo sus manos, cerrando y abriendo el puño dos veces.