Capítulo Cuatro

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—¿Qué?

—Somos predestinados.

Jaehyun sintió algo extraño romperse dentro de su corazón. Un extraño sentimiento de rabia retorciéndose entre las oscuridades de las penumbras de su corazón, formándose y creciendo para adueñarse y oscurecer todas las grietas formadas gracias a todo lo que ha sufrido y hecho por amor dañándose a si mismo en el proceso.

Su puro corazón agrietado, tornándose negro gracias a una venenosa serpiente que atacó sus sentidos mientras siente como el diablo le susurra en su oído «Hazlo tuyo, quiera o no, es tuyo». Esa voz le puso la piel de gallina y además nublo su mente en una enorme nube oscura a punto de soltar una gran tormenta.

Jaehyun no soporta ver a la pareja en frente suyo. Siente un gran odio, repudio y celos. No puede ser así, es imposible. Taeyong es suyo, solo suyo.

Quiso abrir la boca y gritarles que no es así, que están equivocados, que ese hermoso pelirosa es suyo y nada más. Estuvo a punto de hacerlo, casi pero de pronto un extraño olor de Peras y Manzanas entran por sus fosas nasales y siente que esto aclaro su mente y tranquilizo un poco su corazón.

No sabe de quién es y porqué esa persona está haciendo esto. Pero lo único que sabe es que debe de estar al tanto de su destrucción interior y le envió feromonas privadas para que logre tranquilizarse.

Suspiro e inhalo aún más aquel neutro aroma que le transmite paz y cordura.

Esbozo una falsa sonrisa que parece muy real y hablo.

—Wow, ¿en serio? Me alegro por ti, pensé que morirías siendo virgen —contestó con toque humorístico. Taeyong se avergonzó tanto que se ruborizo completo y bajo la vista, Yuta a su lado sonríe enternecido.

Jaehyun solo tiene ganas de ir y deformar el rostro del japonés con sus propios puños.

De pronto, el aroma de las Peras y Manzanas se huele con más intensidad pero solo le transmite paz y calma. Sin evitarlo, aspira el aire buscando saciarse del olor ¿Por qué? Ni el mismo lo sabe ¿Los chicos en frente de sí lo huelen? Tal vez si pero no le prestan atención, eso pensó el ingenuo Jae.

—No hables cuando tu estas en las mismas —se quejo el pelirosa receloso.

—¿En serio? —el Japonés lo mira sorprendido.

—¡Si! —exclamó de pronto sobresaltado —Como te he contado, Jaehyun y yo hemos sido amigos desde el primer momento en que nos vimos. Es como mi alma gemela de amistad, somos muy parecidos, nuestros gustos y costumbres, hasta inclusive nuestro desinterés en el amor. Es cierto que la gente siempre ha pensado que seríamos predestinados por nuestro parecido y en realidad eso creo yo también, siento que eramos hermanos en nuestra vida pasada —dicho esto dirigió su mirada en el castaño y le sonríe con honestidad.

Un Omega Para Jaehyun [Jaedo]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora