Capítulo Veintitrés

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La luz del sol trae a este Domingo la temperatura un poco más arriba de lo normal, pronto estarán entrando a Primavera. Si bien no hará calor, al menos será una estación de lo bastante cálida y que traerá consigo muchas historias.

El reloj marcando más de las diez de la mañana. La mayoría siguen dormidos y otros empezando a despertarse.

Entre todos ellos, se encuentra una habitación específica, la más alejada en todo el fondo y que pertenece al Chino.

Kun odia las reuniones sociales pero el día de ayer, sinceramente lo disfrutó un poco más de lo normal. Odia que desconocidos anden en su casa pero se divirtió con ellos hasta caer totalmente borracho. Odia que alguien irrumpa en su habitación y cause desastres pero... Ya sucedió.

Durmiendo plácidamente en su desordenada cama, con ropas regadas por el piso, Kun se encuentra abrazando un cuerpo contrario y lo único que los cubre es la manta porque de ropa, no tienen puesto nada.

Se sintió tan cómodo que se acurrucó al otro, escucha un ronroneo, uno que inconscientemente le gustó y esbozo una sonrisa entre dulces sueños. Para cuando se dio cuenta, abrió los ojos, se alejo de aquel cuerpo y soltó un grito de sorpresa...

Winwin despertó gracias a ese grito y también entre sorprendido y asustado, gritó.

—¿Qué? ¿Qué está pasando? —llegaron Sungchan y Jungwoo, los más cercanos abriendo la puerta de golpe, encontrando a ambos chinos en la cama desnudos.

Kun rápido cubrió su cuerpo. —¡Esto es invasión a la privacidad! ¡Largo!

—No sé ni para que gritas si eso es lo más normal —se quejo Woo. Luego sus ojos captaron algo peculiar en ambos cuellos de la pareja. —¿Tantas ganas tenían de marcarse ya?

Kun abrió aún más los ojos y saltó de la cama para verse en el espejo. Y en efecto, fue marcado por el Omega.

—No vi nada y si me vas a demandar es culpa tuya —dijo el rubio cubriendo sus ojos desde la puerta. —Vámonos, Sungchan. Creo que ellos necesitan estar a solas.

El Alfa asintió perplejo y cerró la puerta aún procesando lo que acaba de ver.

Winwin toca su cuello y siente la marca. Se ruboriza cuando su mente le trae los vagos y subidos de tono recuerdos de anoche. Mientras Kun frota su sien estresado y pensativo, sin percatarse de que esta completamente desnudo parado en el centro de la habitación.

Esto nunca le ha pasado en la vida. Osea sí, ha llegado a emborracharse y acostarse una que otra vez con ciertas personas específicas que elige después de ver su planilla médica que demuestra no tener ninguna enfermedad de transmisión sexual. Si, es muy meticuloso hasta con eso. Prefiere que lo den por loco a que enfermarse por el resto de su vida.

Un Omega Para Jaehyun [Jaedo]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora