Capítulo Siete

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¿Quién lo diría?

Apenas empezó el día creyó que vería a su nuevo Aprendiz, pero la hora de llegada pasó hace más de tres horas y el "futuro dueño" de la compañía no se dignaba a aparecer.

Mentiría si dijera que no se molestó, claro que lo hizo. Kun odia la irresponsabilidad y la impuntualidad. Ni siquiera ha visto al chico pero ya no tiene una buena imagen de él. Incluso cuando lo vea, se las va a cobrar.

Con rabia y recelo, entre sus manos tiene la hoja en donde estaría escribiendo el desempeño de Sicheng de todos los días. Toma su bolígrafo y redacta lo tarde que llegó el primer día.

De pronto, tocan a su puerta.

—Pase.

Un olor a Cerezas inundó la habitación, sintió como su lobo flaqueo en su interior debido a tal gustoso olor. Levantó la vista de inmediato y se encontró con aquel niño cuna de oro.

Tensó su mandíbula e ignoró a su tonto Lobo. Bien, el chico podrá ser irremediablemente atractivo y de un olor exquisito pero aún así no se salvará de él.

Hola, buenos días. Soy Dong Sicheng —dijo tímido una vez después de entrar y posarse a un metro del escritorio del mayor, presentándose en chino. Sus manos unidas en su regazo, moviéndose con nerviosismo. Viste su fino traje negro de marca y su cabello rubio bien peinado. A pesar de ello, no se ve como un hombre imponente, más parece un pequeño niño indefenso el cual a penas está explorando un lugar nuevo sin su mami.

Lo sé —contestó seco. Miró la hora en su reloj y terminó de redactar la primera falta del rubio.

L-Lamento llegar tarde, es que mientras venía mi auto se paro a media calle por la gasolina, llamé y envié mi dirección pero resulta que me perdí. Encontré un niño también perdido y lo ayude a buscar a su Abuelo, luego me tope con un ladrón en la floristería de enfrente y no puede evitar...

¿Me ves con cara de que me importa? —interrumpió con fastidio. Se soba la frente con estrés y le dirige una mirada para nada amigable al menor. —Si llegas tarde, llegas tarde. Estás en tu período de prueba niño, ya anote tu primera falta sin siquiera haber empezado el día.

Lo siento... —se disculpo apenado y cabizbajo. —Y-Yo solo...

¿Acaso no sabes hablar Coreano? —cuestionó con molestia.

Hoy en la noche empiezo las clases y el Sr. Choi dijo que usted podría ayudarme con cualquier cosa... —contestó con timidez yendo directo al punto, temiendo desviarse y que su nuevo "Jefe" se molestara con él.

—Es muy ingenuo pensar que un Omega como tu podrá hacerse cargo de la Compañía —murmuró en coreano, negando con su cabeza. —Dicen que tu hermano será Alfa, no te fuerces por nada y sigue viviendo como un mimado.

Un Omega Para Jaehyun [Jaedo]  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora