❝ Jaehyun quiere un Omega, pero no cualquier Omega, él quiere a Taeyong y asegura ser su predestinado por lo que le pide ayuda a Doyoung para poder estar junto a su "verdadero" amor ❞
✔️ Primera actualización: 14/02/22
✔️ Última actualización: 14/09...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Para lo usual en aquel día domingo, Jaehyun se levantó temprano y se dispuso a estudiar. Estuvo tentado a parar en más de una ocasión pero Medicina no es cualquier carrera, un simple error por ignorancia puede llegar a matar a un paciente.
Con su reloj marcando las ocho y media de la mañana, se levantó para tomarse un descanso y hacer el desayuno. Al abrir la puerta de su habitación escucho el timbre sonar y como alguien abre la entrada principal del departamento. Mientras camina por el pasillo hasta llegar a la sala escucha la voz de una reconocida mujer, se apresuró y se asomó.
—¡Mamá! —exclamó con emoción cual niño, esbozando una enorme sonrisa.
—¡Mi pequeño Yoonoh! —exclamó la mujer de no más de cuarenta y cinco años pero de una apariencia realmente joven, bella y bien vestida. Con sus ropas de marca, y altos tacones, las personas se sorprenden que a su edad pueda verse así de linda y joven. Claro, nada es imposible para la hermosa Son Ye Jin.
Ella corre mientras sus tacones resuenan al chocar contra el suelo y abraza con fuerza a su alto hijo, al cual no ve desde los primeros días de enero, osea, antes de que iniciará su semestre.
Al separarse toma las mejillas del menor pero que aún así le saca una cabeza de diferencia de altura y lo apapacha.
—M-Mamá, duele~~ —se quejo cual crío, lloriqueando falsamente.
—Pero es que te extraño tanto y no soy la única, tus hermanos también —se defendió ella para por fin soltarlo con un puchero. Creo que ya es obvio de donde Jaehyun saco tanto dramatismo y amor, es de sangre.
—¿No trajo a esos demonios con usted o si? —cuestionó Johnny desde la puerta, siendo quien abrió. Se asomó afuera mirando a los lados y suspiro relajado.
—Pero si Jisunggie es un amor —reprocho ella.
—Si, es tranquilo pero Jaemin se la pasa haciéndome maldades —se rasco la nuca recordando vergonzosamente todas las veces que se ha dejado bullear por un chiquillo de quince años.
—Jaemin es inteligente, deberías de avergonzarte sabiendo que un niño Omega te quito doscientos dólares —se apareció Kun saliendo del pasillo y se acerca a la mujer. —Buenos días, Señora Jung.
—Buenos días, mi lindo chinito —aun cuando el joven le extendio la mano ella lo abrazo. —Hoy, esta humilde mujer los acompañará. Les traje guarniciones deliciosas que les durará al menos un par de semanas.
—¿Kimchi? —cuestionó el americano con ansias.
—Si.
—¡Yes! —exclamó con un puño, emocionado. —Extrañaba comerlo —se limpio una lágrima imaginaria dramático.
—Puedes comprarlo o pedirle a Tiffany que te lo haga.
Johnny forzó una sonrisa —Recuerde que venimos de América.