Un Omega Para Jaehyun [Jaedo]

Capítulo Diecisiete

Después de que Yuta preguntará por el baño y Doyoung le señalará, el pelirosa fija su vista hacia la entrada de la cocina y pregunta.

—Jaehyun está tardando, ¿no lo crees?

—¿Quieres ir a ver? Capaz se distrajo y rompió un plato, o de lo distraído que esta se lo trago el grifo del lavado —bromeó un poco.

—Vamos, creo que tal vez necesite ayuda.

Juntos se levantaron y caminaron. Justo antes de entrar lograron escuchar algo que hizo a Taeyong detenerse abruptamente mientras el corazón del contrario late rápido, sintiendo una mala vibra.

—¿Qué escuchaste ayer en el bosque? —ese era Kun.

—El llamado de un Omega, decía "Sálvame" y Yuta-ssi no pareció escucharlo, solo yo en mi mente, era como si mi Alma Gemela me estuviera llamando.

Taeyong consternado, dio pocos pasos al frente pasando a la cocina y habló. —¿Lo escuchaste?

Jaehyun se giró y miró con sorpresa a los nuevos egresados. Siente un extraño revoltijo en su interior que no sabe descifrar con exactitud.

—Si, lo escuche —mentira no es lo que respondió. El problema radica es en su vaga respuesta que terminó creando un malentendido.

Lee abre los ojos debido a la sorpresa y retrocede de forma inconsciente. No despega su vista de Jung pero por alguna razón tampoco desea acercarse. Su corazón late de sobremanera y no sabe si es producto de la sorpresa, la "emoción" o una indescifrable ansiedad.

—Hyung —llamó Jae sonando un pedido lamentado y esperanzado.

—No, no puedes ser tú —contestó y a pesar de negarlo se ve vacilante, confundido.

Taeyong no pudo soportar estar más tiempo entre aquellas cuatro paredes, con todos aquellos ojos mirándolo esperando su reacción. ¿Qué reacción esperan que tenga? Él no es como los demás Omegas, ¿acaso debería de llorar de felicidad? ¿Tirarse a los brazos de su mejor amigo? ¿Besarlo en medio de todos? ¿Aceptar sus palabras ciegamente sin investigar ni un poco?

¿Debería de hacerlo?

¿Por qué debería?

Entonces, ¿por qué Yuta no sale de su mente?

Abrumado sobre todos sus extraños sentimientos alborotados en su interior, no pudo soportarlo más y lo primero que pensó fue en escapar. Si, es lo más lógico que vino a su cabeza.

Da la media vuelta y corre hacia la salida.

—¿Tae? ¿Qué sucede? —el japonés lo ve inestable, intentó acercarse a él pero el Omega fue más rápido y salió corriendo de la casa, dejando atras un gran silencio.