Capitulo 11

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Alessia

Despierto con los ojos vendados y las manos atadas recostada en una superficie blanda, trato de no moverme para escuchar, mantener la respiración rítmica a modo que crean que sigo dormida, se escuchan pasos y el crujir de la madera, eso me da indicio de que estamos en una cabaña por lo tanto en medio de la nada.

-Sigue dormida - no reconozco la voz pero si el acento, es italiano el único enemigo que tenemos son los Moratti a menos que sean contratados.

-¿Qué tanta de dosis le diste? Creo que se te excediste - este otro no es italiano.

-Lo necesario para cinco horas - cinco horas, entonces ya es de madrugada o a punto de amanecer.

-¿Cómo sigue Dante del golpe?

-Esta con la bolsa de hielo en las bolas- le hubiera dado más duro, malditos cerdos.

-Déjala  dormir, el jefe no tardará en llegar.

-Desde luego - pasa sus manos por mis piernas.

-Cálmate, no puedes tocarla.

-Que mierda, esa mujer es el infierno ¿crees que estarla vigilando todo este tiempo y verla como se la comía el imbécil ingles no se antojó probarla?

-Ultima vez, no. La. Toques.

Entonces ya tenían tiempo vigilándome, maldita sea últimamente me he confiado mucho que no me he mantenido en alerta ¿Mi padre estará enterado de esto?

Basilio me enseño a zafarme de amarres por si esto pasaba, espero que no lo hayan ajustado.

Escucho pasos acercándose a donde me encuentro, abren la puerta y se acerca a ver si sigo dormida.

-Creo que te pasaste de dosis sigue dormida.

-Es raro, le aplique lo necesario.

- En fin, voy a desatarla para recostarla, cuando llegue el jefe se va a enfurecer si encuentra marcas en ella.

-Está de buen ver, déjame probarla.

-No imbécil ¿quieres que nos maten?

-Vamos solo no le vamos a decir nada.

-No.

Ese hombre insistía mucho, me desatan recostándome completamente en la cama, ayudaba que tenía el cabello esparcido por la cara de esta forma no notaban que estaba fingiendo, ya me dolía la espalda por la posición en la que me habían dejado.

Al escucharlos salir me senté y efectivamente estaba en una cabaña, estaba en un segundo piso, me asome por la ventana y solo veía vegetación, no había mucho con que podía defenderme solo una silla, eso no me ayudaría, estaba cayendo en la desesperación, Basilio siempre me dijo que mantuviera la calma y viera mis posibilidades, las cuales eran nulas en este momento, de pronto escuché como llegaba un auto y los portazos me dieron a entender que eran varios, me volví a colocar en la misma posición.

- ¿Qué ha pasado? - esa voz la he escuchado en algún lugar.

-Sigue dormida - se escucha abrir la puerta y me quitan el cabello de la cara, tenía que tener cuidado de no levantar sospecha manteniendo la respiración tranquila.

-Cuando despierte me avisan.

-Si jefe.

Vuelven a salir, rayos estaba en aprietos, sé que mi familia me está buscando solo espero que lo hagan antes de que esto se ponga difícil.

Vuelvo a levantarme para seguir observando y escuchar algo que pueda darme una pista de donde estoy y quien es el que tuvo la osadía de hacerme esto.

TE ENAMORAREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora