Capítulo 9: Sueño pesado

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Efectivamente, Sett no pudo dormir para nada esa noche, cada uno se había ido a su dormitorio cerca de las 2 de la mañana, ya casi eran las 6 y Sett seguía mirando el techo, perdido, dándole vueltas a la frase que seguía en su cabeza: Aphelios me gusta... Y daba vueltas en su cama, tapando su rostro de la vergüenza a pesar que estaba solo en su cuarto. Se dio una larga ducha, aprovechando que era temprano y que de todas formas no iba a dormir más, se quedó en su cuarto un rato, esperando a que fuera hora para ir al comedor, miró la ventana, dejando que el tiempo pasara, sin nada mejor que hacer. Escuchó a los chicos correr por el pasillo camino al baño.


—. Ya casi es hora... — se dijo para si mismo, pero algo en lo que no había caído en cuenta le pasó por la mente — veré al Chico Luna en la cafetería... — y sintió su rostro ponerse rojo de solo pensarlo, se dio una cachetada, ¿en qué tonterías estaba pensando?, estaba completamente sonrojado, incluso su cara ardía, pensó en fingir tener fiebre para no ir, estaba demasiado avergonzado, pero el estómago le rugía con fuerza, anoche no había comido nada y todo el ejercicio de ayer le había dejado sin energía. — no quiero morir ni de hambre ni de vergüenza... — suspiro con pesadez ante las opciones que tenía en frente, y sin más remedio que escoger una, decidió buscar algo de comer.


Había muchísimo ruido en el comedor, Sett solo se había asomado al pasillo, pero estaba seguro que todo ese alboroto no era algo normal, una voz familiar paso a su lado, sonriendo por lo que escuchaba.


—. Hoy va a ser un día divertido — sonrió Kayn de medio lado al verle, mientras la risa le Rhaast le seguía.


—. Ya decía que había mucha serenidad últimamente... — suspiro con resignación y hastío Caitlyn, quien ponía su rifle en su mano, lista para atacar.


—. ¿Qué está pasando? — le preguntó Akali a Sett quien acababa de llegar.


—. No tengo idea — le respondió Vi, apoyándose en el hombro de la chica —, pero suena divertido — sonrió de medio lado y se tronó los dedos.

 
—. Así que hoy será un día agitado — vieron el reflejo en una pantalla que conocían, a Sett le dio un vuelco el corazón al verlo. —, estén listos, y tengan cuidado con la cabeza.


El grupo se acercó lentamente a la puerta, Kayn se detuvo un momento ante los chicos de Durandal, dándoles una sonrisa ladeada, turbia y sarcástica.


—. Bienvenidos a Labrys. — Aphelios y Caitlyn se pusieron en guardia antes de que Kayn abriera la puerta de una patada, lo que vieron era una zona de guerra, mesas y sillas volcadas, estudiantes tirados en el suelo y peleando entre si con sus armas, arcanistas recitando conjuros y asesinos lanzando cuchillos por los aires.

 
Cuando los estudiantes en el comedor vieron la silueta de Kayn, se quedaron en silencio con los ojos inundados en miedo, solo se escuchó un ligero susurró de terror a la distancia: mierda, el Ejecutor...


Kayn tenía los ojos brillantes y sin pensarlo demasiado fue el primero en entrar a la zona de combate, mandando a volar un grupo que se había quedado pálido al verle, Aphelios y Caitlyn se vieron entre ellos, asintieron y corrieron al tiempo a lo que antes era un comedor normal, la chica despejó el camino mientras Aphelios noqueaba con las manos desnudas a algunos estudiantes que querían probar suerte haciéndolo caer. Los estudiantes de Durandal estaban atónitos, parados confusos en frente de la puerta evitando que algo les cayera por error.


—. Bueno, ya que estamos aquí — declaró Vi, obviamente ilusionada por la idea de golpear algo en la mañana, entró sin pensarlo demasiado y estampó un golpe a un chico que iba tras ella.

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