Capítulo 5: Tu secreto está a salvó conmigo

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Eran cerca de las 10 de la noche y el "coliseo" estaba a rebosar de personas, hombres y mujeres con los ojos inyectados de emoción gritando alrededor de un ring de boxeo, viendo como dos peleadores arremetian a golpes sin piedad el uno contra el otro. Uno de los peleadores llevaba varios encuentros invicto, se oía como las apuestas se dirigían a él, un chico grande de traje negro y cabello hacia atrás, nadie podría creer que aquel chico tenía solo 18 años, era Darius, estudiante de otra de las academias de combate de la ciudad. Un sonoro golpe resonó en la sala, Darius había mandado a volar a su contrincante, y los aullidos de euforia del público no se hicieron esperar.

Sett miraba el combate desde la zona más alta de aquel sótano, sentado en una imponente silla, con una larga y voluminosa capa sobre los hombros, se había quitado el uniforme y lo había cambiado por una camisa que llevaba desabrochada y con las mangas recogidas, ajustados pantalones de vestir y un buen par de zapatos, luciendo en sus manos doradas nudilleras que resaltaban en medio de la luz azul que inundaba el lugar. A su derecha estaba Garen, su segundo al mando, vestido de forma similar a Sett, sentado un poco más abajo de donde estaba el Jefe se encontraba Wukong, viendo emocionado los combates, batiendo su larga cola de mono.

Desde el sitio en el que estaba, Sett podía ver la totalidad del recinto, ya no cabía ni una sola alma ahí y la mayoría de los espectadores eran estudiantes de Durandal, Labrys, Babylon, Amrita y Sharur: todos jóvenes impacientes por querer mostrar su fuerza fuera de las aulas, y Sett les daba esa oportunidad.

Encontró aquel sitio cuando buscó un trabajo a medio tiempo, camino por toda la ciudad hasta que encontró un enorme gimnasio en el que lo contrataron como asistente de entrenamiento, hasta que un día que se quedó tarde en su turno, escuchó mucho ruido provininete del sótano del lugar: el dueño hacia peleas clandestinas, y ganaba bastante dinero con ellas. Sett vio ahí una oportunidad, participó en las peleas, ganando combate tras combate, el amor del público y una cantidad absurda de seguidores. Llegó al punto en el que había escalado lo suficiente para negociar con el dueño del lugar, quien no quería ceder su negocio, Sett amenazó con irse, pero el dueño del lugar seguía sin ceder, así que Sett le probó que ya no podía llevar ese sitio sin él. Desapareció de los combates por un mes entero, el negocio de las peleas había caído de golpe sin la precensia de Sett. El dueño fue rogándole por qué volviera, Sett sonrió mientras le daba su única petición.

-. Quiero control total del coliseo - le dijo, y el dueño, viendo como su negocio se iba a pique, no le quedó más que aceptar.

Sett poco a poco dejo de aparecer en el ring, pero su presencia seguía atrayendo nuevos clientes, y él encontró un nuevo público: estudiantes sedientos de sangre y violencia, chicos como él, y el negocio creció de manera exponencial, ganaba mucho dinero, y cada vez que lo veía solo podía pensar en una cosa: Mi mami merece esto y más.

La pelea había acabado, pero en medio del público había alguien armando un escándalo, un chico, estudiante de Durandal, Sett le reconoció, era el mismo que había golpeado esa mañana antes de terminar en la enfermería con la doctora Janna, Sett miro a Wukong y el entendió que debía hacer, fue dando brincos con su bastón hasta pararse en frente del chico que era más alto que él, le rio en la cara y una copia de Wukong le golpeó en la espalda dejandolo de rodillas en el suelo, y lo arrastró ante la presencia del Jefe.

-. Es la segunda vez que causas problemas - le dijo imponente, con una voz profunda y mirada amenazante.

-. Ja, ¿Y que vas a hacerme? - respondió el chico, altanero -, ¿acusarme con el maestro Graves, o peor, con la Directora Yuumi? - continúo sarcástico, riéndose de su chiste sin gracia.

-. No tengo tiempo que perder con tramposos como tú - Sett se sentó derecho en su silla y se dirigió al público- ¿qué hacemos aquí con los tramposos y cobardes?.

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