ATENCIÓN
Este capítulo es un extra del capítulo 11, aquí contaré la perspectiva de Caitlyn de sucesos anteriores al inicio de la historia. Este capítulo va a ser Aphelios x Caitlyn y Vi x Caitlyn, pero no va a afectar la pareja principal de esta historia, este fanfic es y seguirá siendo Settphel.
Leer este capítulo no va a alterar la continuidad, así que pueden saltarlo y seguir con la historia principal si esto les incómoda, o leerlo una vez este finalizada la historia. En cualquier caso, no es obligatorio leerlo uwu._______________________________________________
Vi estaba subiendo las escaleras del dormitorio, había acabado de entrenar y solo quería llegar a la habitación para darse una larga ducha. Mientras avanzaba oía un pequeño murmullo a lo lejos, escuchó voces antes de asomarse al pasillo donde estaba la habitación y acto seguido, escuchó a una puerta cerrarse de golpe.
¿Pastelito recibiendo visitas?, pensó, pero su sorpresa fue mayor cuando vio a Sett girar por el pasillo para bajar las escaleras, su rostro se veía confuso, sin fijarse dónde caminaba. No fue hasta que Sett chocó con ella que notó su presencia.
—. Hey, ¿pasa algo? — preguntó intrigada, alejándolo de ella, Sett se lo quedó viendo un momento.
—. Lo siento... — respondió, aún inmerso en sus pensamientos, giro su cabeza un poco, viendo la puerta de Caitlyn y murmurando. — no lo sé... — y Sett se marchó, sin darle más explicaciones.
Vi lo dejo ir, parecía que tenía cosas que hacer y ella... estaba preocupada por su Pastelito.
Se acercó caminando despacio por el pasillo, haciendo el menor ruido posible al andar, se acercó a la puerta y colocó su oreja con suavidad, intentando enfocar toda su atención en eso, lo único escuchó, fue un pequeño sollozo al otro lado.
—. ¿Pastelito...? — preguntó con suavidad mientras tocaba la puerta. No recibió respuesta, solo quejidos a lo lejos, abrió la puerta sin pensarlo dos veces.
La luz entraba a la habitación por los enormes ventanales, el atardecer se veía a través de las ventanas, iluminando la habitación de luz naranja y cálida, pero sus rayos no tocaban a Caitlyn, estaba acurrucada en el sillón, limpiando sus lágrimas en las sombras cuando vio a Vi entrar.
—. ¿Estás bien, Pastelito...? — dijo, acercándose con cuidado cuando piso un plato roto en el suelo, con la alfombra sucia por restos de pasteles y más trozos de la elegante vajilla de Caitlyn destrozada, con un solo plato intacto sobre la mesita de noche, un pastel lunar, que sabía era de la pastelería de la madre de Sett al ver la caja tirada en el suelo. Se fijó de nuevo en Caitlyn, quien evitaba mirarla ocultando su rostro en la oscuridad de la habitación, intentando controlar su respiración para dejar de llorar. Ella seguía sin responderle, Vi se acercó con cuidado, sentándose en la parte vacía del sillón, Caitlyn se acurrucó aún más, evitando tocarla, Vi quería ver su rostro, pero ella se lo impedía. Se quedó en silencio junto a ella, dándole su espacio para calmarse y acostumbrarse a su presencia.
—. Estoy bien — dijo Caitlyn, aun limpiándose una lágrima del rostro. —. No me pasa nada — Vi no tenía que ser un genio para saber que mentía, sus ojos azules estaban ligeramente enrojecidos y claros por las lágrimas que no dejaba salir, aunque no estaban hinchados todavía.
—. Si quieres hablar yo... — le dijo Vi, pero Caitlyn la interrumpió.
—. No tengo nada que decir. — contestó firme y agresiva, a lo que Vi dejo de insistir. Se quedaron en silencio, Caitlyn intentando evitar que se le escaparan más lágrimas y Vi confundida sin saber que hacer, no sabía por qué lloraba Caitlyn, pero podía hacerse una idea: Sett saliendo de la habitación, Caitlyn empecinada en no decir ni una palabra y el pastel lunar perfectamente colocado en su sitio, además, la expresión que tenía en su rostro, solo la veía por una persona: Aphelios.
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Ceniza de luna
FanfictionAphelios es el mejor estudiante de la academia Labrys, y miembro del exclusivo Club de armas divinas, un día tras el entrenamiento la directora de la academia anuncia un festival en colaboración con otra academia, la escuela Durandal. Aphelios a sid...