Ceniza de luna

Capítulo 20: Llamar la atención

Estaba confundida, no dejaba de darle vueltas a lo que tenía en la mente, entre la conversación del maestro enmascarado, su odio ( más o menos ) injustificado contra Aphelios, sus sentimientos en conflicto hacía él, lo que ella se sentía por Caitlyn... pero en ese instante tenía algo más por lo cual preocuparse: saber dónde estaba perdido el tarado de su mejor amigo.

—. Se dónde podemos encontrarlo. — habló tras el largo silencio que dejaron los maestros y las tres chicas al irse.

—. ¿Dónde?. — preguntó Caitlyn mirando al vacío con el ceño fruncido.

—. No puedo decirte. — la miro fijo a los ojos. — Yo me encargo de esto, si necesito su ayuda los llamo. — Vi salió del cuarto, si Sett no daba señales de vida, debía buscar a alguien que las tuviera.

Eran casi las 7 pm, el coliseo comenzaba cerca de las 10, si quería llegar a tiempo lo mejor era asegurarse su ruta para llegar, sabía perfectamente cuál era el camino para llegar desde Durandal, pero estaba en Labrys, territorio desconocido para ella, y si el coliseo se mantenía todavía de pie, era por qué los estudiantes sabían por dónde escabullirse para ir, así que si quería salir sin levantar sospechas, necesitaba que alguien la guiara. Era la hora de la cena, lo más probable es que las personas que buscaba estuvieran ahí antes de partir. Observó en medio de la cafetería hasta que dio con los chicos que necesitaba; estaban sentados comiendo tranquilamente, o al menos así era hasta que Vi los abordo.

—. ¿Han visto a Sett? — preguntó sin avisar.

—. Nohm, nohm lo he vishto — logro articular Wukong de alguna milagrosa manera con la boca llena de comida.

—. ¿Les ha escrito?, ¿algo? — insistió.

—. ¿Pasa algo? — preguntó Garen alzando la ceja, intrigado por la extraña actitud de Vi.

Maldición.

—. ¡Ahg!, es complicado — suspiró con fuerza recostándose en la silla y llevándose las manos a la cara. 

—. Lo última vez que lo vi fue ayer. — seguía hablando Wukong con las mejillas llenas.

Vi se quedó meditando un rato, rascándose la nuca molesta, ellos eran su opción A, pero claramente debía ir por la opción B.

—. El siempre va, ¿verdad?, él nunca falla. — habló con la cabeza gacha después de pensar.

—. ¿De qué hablas?

—. Sabes bien de que hablo. — le vio de fijamente de reojo, Garen lo entendió al instante, Wukong estaba confundido, más concentrado en comer que en prestarle atención. Garen asintió.

—. Si, él nunca falla. — respondió con seguridad.

—. Llévenme — ambos chicos la vieron sorprendidos, Wukong se atragantó de la sorpresa. — . ¿Qué?, no es como si fuera la primera vez que voy. 

—. Lo sé pero, ahora llamas mucho la atención. — Vi no estaba de humor para entender a qué se refería.

—. Voy a ponértelo fácil — hablo con la voz irritada. — , me llevan por las buenas, o los sigo por las malas. — No estaba para juegos, y ambos chicos sabían perfectamente como era Vi cuando no estaba de buen humor, y este era uno de esos momentos.

—. Detrás del edificio de música en 20 minutos. — respondió Garen resignado.

—. Gracias. — Vi se levantó, tenía que alistarse.

Más vale que esté ahí, o estamos perdidos. Pensó para si misma, pero aún así, no podía quitarse esa extraña sensación del pecho, esa voz que le decía que algo no estaba del todo bien. Tomó su teléfono y llamo a Akali.