Ceniza de luna

Capítulo 10: Lo único que necesito de ti

¿Qué demonios le pasa a este tipo?

Sett estaba entrenando, los maestros de Labrys decidieron hacer que practicaran con otros estudiantes, para que pudieran adaptarse a otros estilos de combate, los miembros del club de armas divinas estaban a la espera, ellos irían después de ver a sus compañeros. La práctica consistía en enfrentarse a una serie de contrincantes hasta que cayeran agotados, pero ni Sett, ni Vi, ni Akali se habían rendido después de 6 rondas de ataques. Era emocionante y entretenido, todos eran buenos adversarios, incluso vio algunos que habían luchado en su coliseo, incluyendo a Talon, no lo había reconocido por su rostro, pero le basto ver su técnica de pelea para saber que había visto esas cuchillas antes, era imposible olvidar verlo desaparecer rodeado hojas para que luego aparecer a la espalda de su contrincante, dejándolo tendido en el suelo, ahora el asesino de la cuchilla, que siempre se escondida en una amplia capucha, tenía rostro.

Pero en medio de los combates apareció alguien, un vastaya puro que usaba magia de sombras, le había visto antes, su habitación estaba cerca a la suya, no habían mediado palabra hasta ahora, pero siempre le dio la impresión de que le veía de reojo. Peleaba cuerpo a cuerpo contra él, no atacaba como los otros estudiantes, este tipo parecía tener algo personal en contra de Sett, no atacaba para vencerlo, lo quería muerto.

Sett recibía los golpes y los devolvía con el doble de fuerza, dejando a ese tipo tendido en el suelo, pero era obstinado, se levantaba, buscando atacarle por la espalda, dando golpes, intentando clavarle un cuchillo en el costado, solo buscaba provocarlo, y vaya que lo estaba consiguiendo.

Sett gritó, la energía dorada le invadía, sentía como le quemaba la piel y se le erizaba el cabello, busco una apertura en medio de los rápidos movimientos de su oponente y tan pronto la encontró lo tomo por el cuello, lo levantó por los aires y puso todo su peso encima para dejarlo tendido en el suelo. La alarma sonó, Sett había ganado, pero ese tipo aún quería pelea.

-. Yusari, es suficiente - intervino el maestro Xin Zhao al ver que el vastaya tendido en el suelo se levantaba en busca de revancha -, ve a descansar.

-. Aún puedo continuar, profesor - contestó agotado y agitado, mirando con odio a Sett que estaba listo si llegaba a atacar.

-. No era una sugerencia, Yusari - dijo firme, señalándole que se fuera de la arena. El chico chasqueo la lengua frustrado, yéndose mientras se frotaba el hombro y las costillas.

-. Descansa Sett - le dijo complaciente -, necesitas calmarte también. - Sett estaba iracundo, no conocía ese tipo de nada como para que le atacara a matar, si tenía un problema con él solo tiene que decírselo en la cara.

Camino molesto hacia el grupo de los chicos de armas divinas que esperaban pacientemente a que les llamarán, al menos Caitlyn y Aphelios, Kayn no dejaba de mover la pierna, ansioso por entrenar.

-. Vas a abollar el piso - suspiro Caitlyn molesta, viendo la pierna de Kayn.

-. Eso es lo que quiero - dijo aburrido -, cortarlo, abollarlo, ¡hacerlo trizas! ¡pero solo nos tienen aquí, lejos de la diversión! - exclamó.

-. ¡Tengo sed de sangre! - le secundo Rhaast.

-. Por el bien de todos - suspiro Aphelios -, deberían buscarse otro hobby.

Sett rio al verlos, les hacía gracia, ya habían pasado algunos días desde que durmió en el regazo de Aphelios, estaba comenzando a acostumbrarse a disimular su sonrojo en público, pero en privado le seguía siendo imposible.

Últimamente, Sett no había podido apartar su vista de Caitlyn, había cosas que quería preguntarle, entre ellas comprobar sus suposiciones sobre sus sentimientos hacia Aphelios, pero no había encontrado aún el momento para preguntarle, además, tenía la impresión de que a la chica no le agradaba especialmente. Se sentó al lado de Aphelios quien le extendió una botella de agua que Sett tomo sin pensarlo, esos pequeños gestos de Aphelios le gustaban, siempre le robaban una sonrisa.