Mafia Nåcı ( Kooktae ) Omegaverse

ϲαρίτυℓο 31

𝐶𝑎𝑝𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑒𝑛 𝒉𝑜𝑛𝑜𝑟 𝑎 yurimamartinez1
❤️🙈

Sin darse cuenta de cuanto habían dormido, la mañana los recibió de manera cálida, los rayos del sol irrumpiendo en la habitación debido a las ventanas abiertas hacían brillas todo el interior. Sobre la cama dormía un Taehyung pegado como koala a Jungkook, quien iba despertando con el cantar de las aves.

Pestañeo para acostumbrarse a la radiante luz mañanera y frotó sus ojos con pereza. Tuvo intenciones de levantarse pero al ver que era abrazado por la cintura y sus piernas estaban enredadas con las de su amado, sonrió de lado mirando la escena. Se encontraba con la imagen de el peli-azul con los cabellos revueltos, la boca entreabierta e hinchada por naturaleza.

Su cuerpo era cubierto por la abrazadora sábana que tapaba más abajo de su estómago, estaba boca abajo y sus piernas se podían ver, volvió a sonreír al tener a semejante obra de arte enfrente y con cuidado levantó la mano que se aferraba a su cintura y la apartó, sin hacer demasiado movimiento se levantó para tomar un baño y dirigirse a su trabajo.

La ducha no duro mucho y tomó un traje gris de su armario para vestirse y bajar de prisa a desayunar. Al estar listo bajo las escaleras y se encontró a Jin y Jimin cuchicheando.

— Hey.

— ¡Ah!, hola kook — saludo Jimin.

— ¿Saben donde esta Nam y yoon? — preguntó tomando un vaso de jugo.

— Si, dijeron que iban a recoger el cargamento que te tumbaron — Hablo Jin — Y por cierto, ya lo recuperaron.

Jungkook asintió.

— ¡Ah! Y Nam dijo que debías estar en la empresa porque hoy llegaban los nuevos accionistas — Recordó después de un rato.

— Vale — tomo un manzana y salió de allí finalmente.

El camino a la empresa no fue demasiado largo, al llegar los porteros hicieron una leve reverencia y Jungkook correspondió.  Camino por los pasillos con pasos seguros, como todo un rey. Subiendo al ascensor se dirigió hasta el último piso y al llegar fue directo hacia donde estaba su secretaria.

— No quiero visitas — Ordeno, serio —, cuando lleguen los accionistas me llamas.

La pobre mujer asintió y bajo la cabeza con sumisión, observando a JK perderse en su oficina. Jungkook al estar dentro se sentó en su gran silla de cuero negro y tomó su celular, marcando el numero de su hyung y lo llevo a su oído.

— ¿Nam hyung?

— ¡Jungkook! adivina, tenemos tu cargamento de diamantes, lo encontramos en un depósito subterráneo — habló.

— ¿En serio?, eso es muy bueno.. ¿Hm, demoran en llegar? — preguntó.

— No, ya vamos de camino a la empresa. Yoongi se ha pasado el día quejándose — Hablo fastidiado.

Jungkook sonrió en medio de la llamada, sus hermanos no cambiaban.

— Si, te entiendo — le dijo.

— Si.. Oye, te dejo antes de que yoon me arranque las orejas — sonrió a través de la linea.

La llamada acabo y Jungkook lanzó el teléfono a algún lado de la habitación, se acomodo en su silla y justo cuando iba a comenzar su trabajo un toque en la puerta lo interrumpió.

— Adelante — Ordenó.

La puerta se abrió y levantó la cabeza para ver quien era, encontrándose con la secretaria.