ϲαρίτυℓο 41

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— Y dime como andan las cosas — preguntó el hombre a T/N.

— Ya esta todo listo — sonrió. — Todos los que han tenido problemas con los jóvenes Nacı están de nuestro lado — Ladeó la cabeza en dirección al hombre.

El hombre que estaba de espalda giro la silla de cuero en la que se hallaba sentado, centrando su total atención en la esbelta chica.
—Eso es muy bueno, porqué esos inútiles no sabrán quien los golpeó — Susurro para si mismo.

Se aclaro la garganta con molestia al ver como la chica se daba la vuelta para salir. —¿ Quien te ha dicho que salgas? — preguntó fríamente.

— Yo pensé...

— No pienses tanto que se te queman las neuronas — Sonrió sin gracia, — háblame de Taehyung, quiero saber de mi pequeña sabandija escurridiza — Ordenó.

— El esta internado en el clínica todavía — hablo bajito, — aún no le han dado el alta.

— ¿Hasta cuando es su estadía allí? — preguntó.

— Si todo sale bien, una semana.

— Prepara las cosas, porque esa pareja de inútiles llorará sangre — sonrió macabramete.

T/N que está involucrada en esos problemas hasta el cuello sintió un escalofrío recorrerle la espina dorsal, Dios ese loco que tenía enfrente tenía un plan bien elaborado, la forma en la que haría sufrir a Jungkook y Taehyung nadie tendría la cabeza para imaginarla; excepto el.

Lo miro unos breves segundos dándose cuenta de que ese hombre castaño estaba desquiciado, era un loco obsesionado con el pelírrojo y lo haría sufrir de una manera tan ruín, que el dulce sabor del sufrimiento ajeno se quedaría en sus labios mínimo par de años.

— ¿Puedo irme ya? — preguntó bajito.

— Si, largate que me canse de ver tu jodida cara — Reprochó.

La chica salio despavorida de aquella oficina, no podía hacer nada, ya no existía una vuelta atrás y sentía mucha pena por Jungkook y Taehyung, más no podría ni quería cambiar nada. Suspiró y a travez de su teléfono ordenó a los infiltrados de la clínica que no bajarán la guardia.

Mientras tanto en aquella sala estaba Taehyung con su bebito en manos y un Jungkook incómodo retorcido en el míni sofá. El pequeño bebé balbuceaba, murmuraba y movía sus pequeños labios con gracia, sus piernas las movía de adelante hacia atrás con debilidad.

Tenía 2 días de nacido y aún era muy pequeño y también frágil, aunqué a simple vista todo el que viera a Yugyeom sabría que sería un niño muy inteligente, seguramente heredando aquello de ambos padres.

Jimin entro a la sala dando un portazo y armando un escándalo que seguramente hasta el vigilante del hospital escuchó.

— ¡TAEHYUNG! — gritó al entrar ganándose un zapatazo de parte de Jungkook.

Jimin al haber gritado provocó la molestia del pequeño lactante, desatando su llanto, lo que provocó que Jungkook en un rápido movimiento le lanzará el zapato.

— ¿Serás más idiota? — le pregunto a Jimin.

— Jimin, sanguijuela asquerosa acabas de asustar al bebé — dijo Taehyung enfadado totalmente.

— Ah.. lo siento — Se disculpo avergonzado.

— ¿Ves? Te lo dije, que no debias gritar — le regaño Jin deteniéndose en la entrada.

— ¿Como no voy a gritar? Estamos hablando de mi sobrinito — Dramatizó, — osea soy tío, un tío hermoso.

— Cállate, que a ti no te pega — le dijo Jin. — Obviamente yo soy el bello aquí así que tu cállate.

Jimin rodo los ojos y refunfuño para si mismo. Luego la puerta se abrió otra vez dejando ver a  Nam y Yoon con unas grandes sonrisas, dejando a Taehyung impresionado, nunca los había visto sonreír tanto y que lo estuvieran haciendo ahora era sumamente extraño y cálido. 

— Bueno ya, déjame ver a mi sobrino preferido — pidió Jimin.

Taehyung un poco desconfiado miro a su bebé, el cuál tenía los ojitos bien abiertos y negó con la cabeza. No quería darle su bebito a nadie más, que no fuera Jungkook, Yugyeom se quedaría entre sus brazos así fuese el fin del mundo y punto.

— ¿No? — Jimin hizo un pequeño puchero, — ¿Por qué?

Taehyung se encogió de hombros y acercó más a su bebé para que sintiera su calor corporal.

— Jimin yo creo que Taehyung tiene razón — dijo Namjoon, — el bebé aún es muy pequeño y Taehyung siente la necesidad de que nadie toque a su bebé, solo el y kook pueden tocarlo por qué son sus padres y lo hacen sentir seguro.

— ¡Pero!

— Nada, tienes que darles su espacio — Yoongi le sonrió.— El bebé es muy pequeño aún y puede confundir sus aromas lo cual es peligroso para sus padres luego.

Jungkook quien no había dicho ni hecho nada, bostezo y movió su cuello de un lado a otro haciéndolo crujir, se quejo en voz baja y levantó la cabeza. Era notable su descuido.

— Jungkook deberías ir a casa a comer algo, ducharte y dormir un rato — le dijo Yoongi.

— No puedo dejar a Taehyung — recordó, no sentía que fuera seguro.

— Solo serán unas horas — Pidió Jin.

Suspiró, miro al pelírrojo y este asintió algo forzado. Tomó aire derrotado y salió de la habitación, caminó al estacionamiento y montó su auto en el que se fue a su departamento. Luego de llegar tomó un baño largo de agua caliente para quitarse todo el sudor y el olor de la clínica, preparó algo sencillo pero delicioso y durmió lo suficiente. Sonrió al sentir la comodidad de la cama, ya que no era lo mismo en comparación con un sillón diminuto para su tamaño.

Las horas habían pasado en la clínica y Taehyung al fin accedió el dejarle a Jimin su bebé. Este al tener a el pálido en sus brazos sonrió por lo tierno que era, sus mejillas estaban rosaditas y sus ojitos brillaban con intensidad.

Luego también Jin tomo al bebé y lo acaricio un poco y le hizo leves cosquillitas. Yoongi y Namjoon se limitaron a sonreír y elogiar al bebé con sinceridad, sin interferir mucho. El tiempo pasaba y el omega comenzaba a estresarse, Jungkook no aparecía y eso le ponía los pelos de punta ya que le daba la sensación de que algo andaba mal; su única seguridad era que su omega estaba muy tranquilo demostrandole que todo estaba bien.

El tener a su bebé lejos de sus brazos no ayudaba tampoco a sus ánimos. Una enfermera entro a cambiarle el suero y retrocedió asustada al oír los gruñidos que emitía Taehyung, el Omega estaba molesto, muy molesto.

— Taehyung ¿Que te pasa? — preguntó Jin.

— Dame a mi bebé — pidió poco amable.

— Cálmate — Interfirió Jimin al ver su estado.

— ¡QUE ME DES A MI HIJO! — les gritó mientras las lágrimas corrían por sus mejillas del mismo revuelto de sentimientos que tenía.

Los presentes abrieron los ojos como platos al ver que Taehyung necesitaba tener a su hijo cerca con urgencia. El bebé se le fue entregado y lo arrullo en sus brazos, sonrió de nuevo al sentir su calorcito envolverse con su aroma que era leve y suave. Su fragancia era dulce y fuerte a la vez dándole a si a Taehyung la necesidad de oler el cuello de su bebé, para aspirar el aroma a chocolate y lluvia. Un aroma totalmente fresco incluso más que el de Jungkook. 

Entrando por dicha puerta el peli-negro se dejó ver de repente, irrumpiendo en la habitación como loco endemoniado, corrió hasta Taehyung para abrazarlo con fuerza, Besó su cabeza y el rostro del omega repetidas veces y miro a su bebé con mucho amor.

Pero ellos estaba tan sumidos en su mundo de amor y felicidad por el momento, que no eran capaces de ver que el tiempo ya no soplaba a su favor, que ahora venía en reversa y no avanzando. Y no sabrían si podrían salvarse.
















 Mafia Nåcı  ( Kooktae ) Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora