El lado "B" de Betty

Capítulo 58

        Don Roberto había convocado un adelanto de la reunión definitiva para ver la situación de Ecomoda y si realmente sería posible deshacerse del embargo, como Armando le decía Armando, Marcela, Hugo, Margarita, Daniel, dr. Santa Maria, Màrio y también Don Hermes, había asistido. El hombre nota la mirada fría que le lanza su hija, así como él también la mira con reproche. Por lo tanto, las conversaciones entre ellos son solo sobre temas profesionales.

         Don Roberto y Daniel están encantados con los balances, aunque los examinan con lupa.

-No hay nada que discutir. No solo estamos pagando todas las deudas, como ¡Ecomoda está bien posicionada en el mercado! -dijó Daniel.

-¿Está seguro? ¡Ya nos engañó una vez! -dijo Marcela

-No hay nada que discutir, incluso he revisado la Bolsa de Valores y la Cámara de Comercio. Las acciones crecieron un 10%.

-¡Y eso no es todo! En la reunión oficial de la junta, entregaré la empresa con cero deuda con un crecimiento del 15%.

-¿Es esto una predicción?

-¡No, caballeros no! -Afirmó Nicolás- No es una predicción. ¡Todo es real!

-De hecho, lo hace, dijo el Dr. Santa María.

Marcela y Margarita se miraron.

Después de la reunión, las mujeres se reunieron para conversar.

- ¡Tenemos que hacer algo, Margarita! Por la forma en que Roberto y Daniel están encantados, terminarán entregándole la empresa por temor a que Armando se haga cargo de la presidencia.

-Y con su voto, él está babeando por ella y todo lo que hace.

-¡Es un juego, Margarita! La empresa todavía está a su nombre.

-¡Yo no sé!

-¿Entiendes lo del embargo, querida?

-No mucho. Pero solo si sé que Armando creó legalmente una empresa que está a nombre de esta mujer y esta ha embargado la nuestra. Y hasta que nos lo devuelvas, todo es de Beatriz.

-Y estás a punto de devolverlo, ¿no?

-Está.

-Y cuando suceda, puede que no solo la llamen como presidenta de la empresa, sino que también que Armando le proponga matrimonio. lamenta Margarita.

-¡Él no haría eso!

-No estaría tan seguro, querido, ella ya está viviendo con él.

-¿Incluso con ese padre anticuado que tienes? –dijó Marcela.

-A quién le importa cuando está en juego tener un hombre como mi hijo. Hasta su papá debe apoyarla.

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Mi querida mujercita, sabía que su administración iba a ser un éxito. –Beijo –Siempre manejaste esta empresa mejor que yo.

-¡Usted fue un excelente presidente, doctor!

-No, Betty.

-Lo aprendí todo de ti.

-¡Sabes que no! Sabes que todo salió de esa cabeza brillante que tienes. ¡Es eso inteligentemente atractiva!

Beso.

-Estás loco, no podemos hacer estas cosas aquí.

-Recuerdo, extraño que ya lo hicimos una vez aquí.