En la casa de los Pinzón, Beatriz les había dicho a sus padres y a Nicolás que hoy tendríque ir a Cartagena. A su padre no le había gustado mucho, porque como siempre decía ...
-¡El diablo es puerco y en el mar también ronda!
Después de mucha conversación, Beatriz con la ayuda de su madre termina de empacar sus cosas.
-Hija, tengo que decirte algo, oh, mija. ¡No te enojes conmigo!
-¿Que mamá?
-El señor ese, el Dr. Mendoza llamó y quería hablarle...
-¿Y dijiste que aún no habías llegado aún?
-Oh, mijar. Ya dije esa vez. Este caballero pensará que soy una de esas mentirosas. No entiendo por qué no quiere hablar com él.
-¡Si hablo con él podrá convencerme de quedarme en la empresa y en Bogotá! ¡No lo conoces! Y conociéndolo, sé que vendrá aquí. ¡Tengo que irme ahora!
-Oh, ... pero tu papá...
-No importa, mamá, si no voy ahora, será peor.
Pero...
-¿Usted piensa, qué? ¿Quién se manda sola? Solo ven aquí y di que vas con esa dama y eso es todo?
-Papá...
-¿Lo que creé la señorita? ¡De ningún modo! ¡No puedes huir y marcharte como si estuvieras huyendo!
-¡Oh papá! Doña Catalina me espera, me comprometí con ella.
Betty todavía estaba hablando cuando Armando tocó el timbre.
-¡Buenas tardes, doña Julia!
-¡Oh míjo! ¿Por qué tuviste que venir aquí?
-¡Necesito hablar con su hija, doña Julia!
-¡Oh, la niña va a pelear conmigo, mejor se va, doctor!
-¿Quién anda ahí, Julia? ¿Es el tracto digestivo de Microlax? Hola, buenas tardes Doctor Mendoza!
-¡Buenas tardes, don Hermes! ¿Puedo hablar con tu hija?
-Si claro. Pero rápido sí, porque la niña se va.
-Si, lo sé.
-¡Oh papá!
-¡Ve a hablar con este señor, mija!
-Lo intenté, pero ...
-¡Está bien mamá!
Al irse, Betty se ve molesta con Armando. Pero él ya tiene ojos brillantes, pues no esperaba encontrarla de nuevo.
-Betty ...
-¿Qué quiere, Don Armando?
-Betty, yo ...
-Bueno, como decían mis padres, no tengo tiempo para hablar.
- Betty, por favor. ¡Sube al coche para hablar!
-Está bien, tienes 10 minutos.
Los dos se dirigen al coche.
-Betty, ¿a dónde planeas ir? ¡Tu madre dice que se va!
-¡Si es verdad! -Miró hacia fuera
-¡No te vayas, Betty! ¡No te vayas por favor! ¡No puedo hacer nada sin ti!
-¡Esto ya está decidido! ¡Dijo que se iría de Ecomoda y lejos de Bogotá! Por cierto, así es como lo querían usted y su amigo, ¿no es así?
ESTÁS LEYENDO
El lado "B" de Betty
RomantizmEsta historia sigue algunos acontecimentos de la historia original, pero la personalidad de nuestra heroína es un poco diferente. A pesar de ser también tímida y fea, Beatriz no tiene tan baja autoestima e incluso bebe a escondidas para crear el cor...