Capítulo 40 -La visita de Marcela

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La noche anterior...

Marcela miraba al final del reinado en la tele, con Patrícia. La pelinegra estaba bebiendo sin parar.

-¿Qué opinas, cuál debería ganar?

-¿Quiere saber? No me importa nada.

-Pero ¡Marcee!

-¡Cállate, Patricia!

-¡Es solo por Armando que és asi!

-Me lo prometió, Patricia. ¡Armando me prometió! Pero, por supuesto, el garfio ese debe haberlo descubierto, lo amenazado y no pudo venir. ¡Pero ella me paga!

-¿Qué vas a hacer?

-¡Lo que debería haber hecho antes!

Entonces, Marcela tomó a Patricia del brazo para que pudiera conducir, porque temía no poder concentrarse en conducir.

-¿Y ahora dónde vamos, Marce?

-¡Primero pasaré por el departamento de Armando!

-¿Y crees que está ahí?

-No sé. Lo probaré.

Marcela va al departamento y no encuentra a Amando, como esperaba.

-¿Pensaste que él podría estar aquí?

-Realmente sabia que no, pero quería darle una oportunidad.

-¿Y a dónde vamos? Espero que valga la pena, ya que perdimos la final del reinado.

-¡No quería ver esta idiotez! Hagamos una visita.

-Visita y a esta hora?

-¡Sí, és la mejor ahora!

-Pero ¿a dónde vamos?

Marcela sonrió de una manera que solo sonreía cuando se burlaba o hacía algo a alguien.

Llegó a la puerta de esa humilde casa del barrio de Palermo.

-Oh, Marcee, pero ¿por qué estamos aquí?

-Te lo dije, ¡hagamos una visita!

-¿Visita aquí? ¿A quien? ¿No me digas que visitar el garfio?

-Ella no está aquí, vamos a visitar a sus padres. -Marcela reía a carcajadas

Patricia quería volver, no tenía sentido ir a la casa de Betty, incluso a esta hora. Pero debido a la insistencia de Marcela, no había otro camino.

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Mientras Beatriz y Armando se amaban en la playa bajo la luz de la luna, Marcela tocaba el timbre de la casa de sus papás, acompañada de Patrícia, Nicolás ya se había ido a su casa.

-¿Quién toca el timbre, Hermes?

-¿Quién más además del inútil de Microláx? ¡

Pero cuando abrió la puerta, don Hermes se encontró cara a cara con dos muchachas, a las que pudo reconocer por las revistas de Julia.

-¿Buenas noches, que desean señoritas?

-¿És don Hermes Pinzón, el padre del gar ... quiero decir, padre de Beatriz?

-¿Quién es, Hermes?

-Pero ustedes son...

-¡Placer, yo soy Marcela Valencia y ella es Patricia Fernandéz!

-Ah si si. —dijo Hermes, estrechándole la mano a la suya. -¡Adelante!

A pesar de encontrar extraña la visita de los dos mujeres, Hermes quería ser amable. Pero Julia no estaba dispuesta a actuar de misma manera, pues sabía quiénes eran esos dos y lo que hacieran a su hija y si aparecían allí tarde en la noche, buena cosa no deberia ser.

El lado "B" de BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora