Capítulo 52 -Los negócios de Ecomoda y la inseguridad de Betty

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     Al día siguiente, Betty durmió mal y tiene círculos oscuros debajo de los ojos.

-¡Si te ves mal, Betty! Estas gafas no esconden nada. Al menos esos lentes que usabas se escondieron bien, ya con estos ... Vamos a maquillarnos, Betty. ¿Quién hubiera pensado que dependería tanto de eso?

    Después de verla descender, Don Hermes refunfuña.-Ahora, vas a vestirte así. de esta manera tan apareciendo?-Pero, papá, ya le había dito que ahora me toca arreglarme siendo la presidente de una empresa de Modas.-¡Hermes! Deja a la niña.-¡Julia, en boca cerrada!-No estoy haciendo nada malo, papá, como yo he dicho represento a una empresa de moda, tengo que estar de acuerdo.-¡Ahora todo es excusa!-¡Buenos días! - dice Betty casi fuera de la puerta.-¡Vuelve aquí, niña!-Perdí el hambre, mamá.-Voy a la empresa. ¿No quieres que te lleve? –ofereció Hermes –Ya que estoy con su coche.-Tengo una reunión ahora mismo, ya debería estar en la empresa.-¡Hola, buen dia! ¡Buen día!-¡Vamos, Nicolás!-¿Pero donde?-La empresa.-¡Oh, sí, Betty! Pero déjame tomar un café primero.-Yo tampoco comí, ¡vamos!-Doña Julia, pero ¿viste cómo está tu hija? Después de ponerse bonita, se quedó así.-Lávate la boca para hablar de mi hija, oh inútil. –regaño Don Hermes.De mala gana, Nicolás acompaña a Betty a Ecomoda.-Ahora puedes pedirle a Sofía que te pida un buen desayuno.-¿Y para qué, Betty? ¿Si nadie cocina como doña Julia?-Oj ojo oj voy a pedir algo en la cafetería.Después del desayuno, Betty se cepilló los dientes y se volvió a aplicar el lápiz labial. Cinco minutos después, Don Armando entró en la empresa con Alejandra a su lado.-¡Mira ahí! – dijó Bertha - Hasta que llegaron temprano.-Y por la cara, la noche no fue tan buena como prometía.-¡Buenos días niñas!-¡Buenos días don Armando!-¿Ya ha llegado Betty?-Ya está en la Presidéncia.-Ok, Aura Maria, avise a Betty que ya llegamos para la reunión.-¡Si, don Armando!Los dos se dirigen a la sala de reuniones. Cuando se le advierte, Betty se dirige allí.Armando acercó la silla para que Alejandra se sentara. Al ver esta escena digna de un caballero, tan inusual en Armando, cuando él era su jefe, Betty frunció el ceño. Por supuesto, más tarde se ofreció a hacer lo mismo por Betty, pero ella fue más rápida, sacó su propia silla y se sentó, avergonzándolo.Poco después, Nicolás y Marcela entraron a la habitación. Marcela estaba especialmente irritada y se burlaba de Armando con insinuaciones sobre un supuesto romance de él con Alejandra.-Estoy segura, por lo que ya he analizado, por lo que vi en la pasarela, ¡es genial! - dijó Alejandra-¡Por supuesto! Y no te arrepentirás. -dijó Marcela, con ironía -Hasta hoy nunca he tenido quejas. Todo lo que involucra al negocio es muy bueno. Cree que no solo se está quedando con una parte de la empresa, sino también con el negociador.-Marcela, ¿qué quieres decir con eso? Armando preguntó con irritación mientras Betty se ajustaba las gafas.-Nada. Es obvio, ¿no? La llevó ayer al hotel y esta mañana llegan juntos. Incluso lo más extraño de ella no tiene el pelo mojado.-Porque ella no es como su amiga peliteñida.-¡Señores! - los regañó Betty.Marcela sonrió cínicamente.-Ella es de otra clase.-Sigamos hablando de negocios. - dijo Betty, irritada.-Sí. Bueno ... -Armando, avergonzado.Luego de continuar las negociaciones, con insinuaciones de Marcela de que el objetivo era poner insegura a Betty y avergonzar a Alejandra. En cuanto a Betty, realmente estaba funcionando. A pesar de confiar en Armando, Betty se sintia mal, más aún porque Alejandra, al darse cuenta del juego de Marcela y la inseguridad de Betty, decidió jugar su última carta y Alejandra en lugar de avergonzarse, se rió tontamente y se escondia la cara como confirmando las insinuaciones de Marcela, pero a escondidas. camino.-¡Bueno, creo que es suficiente! ¡Negocio cerrado!-¡Tengo hambre!-¡Podemos pedirle algo a Aura Maria! –Dijó Armando-Ah sí. Betty dijo, asintiendo.-Ah, pero me debes un poco para presentarte este famoso restaurante. ¡Ay, Armando! ¡Te llevé a los mejores restaurantes de Caracas! -Decia Alejandra, chantajeandólo.-¡Veo que la gira por Caracas fue mucho más que negocios! -dijo MarcelaArmando puso los ojos en blanco y lo siguió.-Er ... Entonces podemos pedirle a Aura Maria que reserve para todos en un restaurante. -sugirió Armando-¡Mira, no en estos ricos lugares! -Dijo Nicolás -Prefiero pedir algo a Correntazzo que pasar hambre. -Dijo Nicolás.-¿Betty?-Estoy con mucho trabajo y no tengo hambre. Permiso. - dijó Betty saliendo de la habitación.-¡Betty! - dijó Armando, yendo tras ella, preocupado. -Ven también, es un almuerzo para celebrar negocios.Lo sé ... - dijo Betty con mirada ausente.-Ni siquiera me mires, yo también estoy muy ocupada y para qué no quiero poner agua en la cita. -dijó Marcela.-No es en absoluto lo que estás pensando, Marcela! -dijó Armando una reprimenda a Marcela, mientras tanto, Betty entra rápidamente a su sala.-Pero te conozco muy bien. –dijó Marcela.Cuando se da cuenta, Armando solo puede ver que la puerta de la presidencia se cierra.-¿Lo haremos? ¡Tengo unas horas para disfrutar antes de mi vuelo! Quiero contarte los detalles del lanzamiento de nuestra tienda. -Alejandra se cuelga de su brazo, bajo la mirada sarcástica de Marcela, Ya todas del cuartel pone los ojos abiertos.Cuando los dos bajan, Bertha sale corriendo para hablar con Aura Maria. Y Sofia también se une al cuartel.-Oh, entonces es verdad. ¡Estos dos están juntos y deben haber pasado una noche así!-¡Y desde cuando Don Armando despreciaría una 240 de estos mientras aún más haciendo negocios con Ecomoda! - dijo Sofia.-¡Hagamos un 911 y le digamos todo a Betty! ¡Le encantará escuchar los chismes sobre la nueva conquista de su exjefe!-¡NO! Betty está muy ocupada trabajando. -Dijó Aura Maria, tirando del brazo de Bertha -¡Tiene mucho que hacer! Y te aconsejo que hagas lo mismo.-¿Qué pasa, Aura Maria?Betty dijó que no quiere que la interrumpan.-¡Oh, Betty ya no es la misma!Aura Maria sabía muy bien cómo estaba su amiga en este momento. No iba a permitir que las muchachas la molestaran y empeoraran. Cuando las muchachas volvieron a ocupar sus puestos, Aura Maria inventó algo de qué hablar con Betty.-Betty, ¿necesitas algo? Te traje una aspirina y una valeriana, amiga.-¡Gracias, Aura Maria!-¡Oh, Betty, no sé qué decir!-No digas. Ya lo sabia.-Podría ser solo un negocio, Betty, pero te dije que estuvieras alerta.-¡No hay nada que hacer, Aura Maria! Un mes y medio. No estaría sin mujeres.-Sólo si él estuviera embrujado por ti, mihija.-¡Déjame trabajar!-Pero, aún así Don Armando és un triplepapito. Entonces, si yo fuera tú, cuando Don Armando regresara, lo agarraría y lo tiraría en este sofá y lo montaría a horcajadas. ¡Y así él iba a olvidar todo lo que pasó con la venezolana o cualquiera!-¡Aura María, por Dios! Veó que Inesita tiene razón.¡No haré nada de eso!-Lo siento, fue solo una idea.Aura Maria se escapa.


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   En Lenoir, Alejandra ahora trataba de actuar con naturalidad con Armando como si nada hubiera pasado, bastante diferente a como actuaba frente a Betty y con las insinuaciones de Marcela de que tendrían algo.-¡Estoy esperando a todos en la inauguración de la tienda en Caracas!-¿Están seguro de que están esperando? ¿Incluso Betty o solo yo?-No entiendo a qué te refieres.-No entiendo, Alejandra. Esperaba que entendieras que tú y yo no tenemos nada. Y que amo a otra mujer.-Si entendi. Y somos buenos amigos, además de tener negocios en común.-Si así actuaste de esa manera frente a Betty después de que te abrí mi corazón. Ella piensa que tenemos algo.-Oh, Armando, te juro que no era mi intención. (Cínica.)-¡No es suficiente, Alejandra! Mi Betty es muy insegura.-¡No debería! ¿Cómo es que Betty no se da cuenta de que la añoras, de que estás babeando por ella?Y como mínimo, tu ex la provoca por celos.-Pero mi Betty no, mi Betty es insegura, pura, pero eso no viene al caso ahora.Mientras Armando y Alejandra almorzaban y hablaban con Lenoir, en Ecomoda todo estaba en silencio hasta que se escucharon gritos en el pasillo. Las del cuartel se sintieron conmovidas por la visita de Michel.-¡Ahí! ¿Pero eres amigo de Betty?-Sí.-Bueno, Betty dijo que hizo muchos amigos en Cartagena.-Ah, sí, Betty y yo somos mucho amigos. ¿Y ustedes son amigas de ella?-Sí, todos nosotros, mejores amigas. Quiero decir, menos la peliteñida.-¿Qué pasa, eh? Por supuesto que soy amiga de Betty, ella y yo somos así. (hace el gesto de dedos unidos).-¡Deja de mentir! -Dijó Sandra-¡Van a trabajar!Aura Maria, emocionada e impactada por la visita, tiene una gran idea.-¡Betty! Betty! - dijo Aura María, entrando a la sala de presidencia, agitada.-¡Oh, Aura Maria! Me asustó. Cuando finalmente consigo concentrarme.-¡Oh, Betty! ¡Es que no sabes quién vino a visitarte! ¡Tu amigo de Cartagena!-¿Que amigo?-Un triplepapito, un bombón francés muy fino. Rubio, alto, triple papito.-¿Michel?Eso es lo que él dijo. ¡Oh Betty, qué falta de consideración! ¡Ni siquiera nos dijo que había hecho cositas con triplepapitos en Cartagena!-¡Aura Maria! ¡Michel y yo no teníamos nada!-¡Oh, qué desperdicio, Betty! ¡Este está como quiere, Betty!-¡Yo no penso en él así!-¡Debería!-¡No creo que seas mi tipo!Bueno, para mí sí. Me gustan los rubios así, el padre de Jimmy era rubio, el doctor papito de don Mario (Betty está disgustada).-¡Incluso Freddy!-¡Oh, Betty, tenías que estropearlo!-Porque Michel no es mi tipo.-¡Porque lo veo divino! ¿Vas a decir que no ves?-Él és guapo, encantador, pero no. ¡No me atrae!-Es que ya estás enamorado de Don Armando que también es triplepapito, pero no es mi tipo.-¡Menos mal! Ojojo-¡Oh, Betty! Pero si yo fuera tú, me pondría muy guapa y daría la bienvenida a tu amigo. Mírame, ¿por qué? ¡Don Armando por ahí con esa venezolana y tú estás ahí, solo llorando! No, querida, límpiate estas lágrimas y pone una sonrisa.-¿Él sabe? ¡En eso tienes razón!Betty sigue el consejo de Aura Maria, se cepilla el cabello y se pinta los labios.-Y aquí, Betty, abre los botones de tu blusa así para afirmar interés.-No, Aura Maria. ¡Eso no!-¡Ay, Betty!Pero cuando cuando los dos se van, no encuentrana Michel.-Si buscan al francés, está en la oficina de Don Mario. –dijó una del cuartel.-¿Qué?Mientras tanto, en la de Mario:-Entonces, ¿eres francés?-Sí, de París.-¡Que bien! ¿Y cómo se enteró de la empresa?-Oh, mi amiga y trabaja aquí, parece que ella es la presidenta.-¿Estás hablando de Betty?-Sí, Betty. ¿La conoces? Somos amigos.-¿Amigos? ¿No viniste por el negocio de las franquicias?-¿Franquicias? No.En este momento, Aura Maria se dirige a la sala de Mario.-Es solo que Michel es amigo de Betty.-Oh, sí, no lo sabía. Pensé que eras un cliente de franquicia.-¿Vamos, Michel? Betty lo espera.Cuando Michel encontró a Betty, se asombró de que estuvera aún más hermosa.-¡Betty! ¡Qué nostalgia! -Michel dijó, abrazándola.-Ojojo Michel.-Como no me llamó, aproveché que tendría que venir a Bogotá y vine a verte.-Oh, Michel. Mucho trabajo.-Demasiado trabajo o Armando, ¿quién no te dejaba hablar conmigo?-Imagínate, Michel. -Betty se da cuenta de que el cuartel los está mirando. Vayamos a mi sala a hablar.-En realidad, será mejor que salgamos a almorzar. Quiero llevarte a un restaurante que conozco aquí.-Er ... er ...-¿O ya almorzaste?-No. No tuve tiempo-Entonces, no puedes negarte a aceptar mi invitación a almorzar.-Michel, en realidad.-Por favor, Betty. No conozco bien Bogotá, me recomendaron un restaurante, pero no es divertido ir solo. Yo te acompañé cuando estaba sola en Cartagena (Chantajista.) a tantos lugares y ¿no puedes ir a un restaurante conmigo?-Está bien, Michel. Aura Maria, por casualidad, ¿tenemos alguna reunión esta tarde?-¡No, puedes ir con calma, Betty! ¡Y disfrutar!Entonces Michel lleva a Betty al único restaurante que conoce en Bogotá: Lenoir. Exactamente, el restaurante donde están Alejandra y Armando, incluso los dos se iban cuando llegaban Betty y Armando.


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El lado "B" de BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora