Capitulo 25

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                        Antes de dormir, Betty abrió la carta que Armando le había dado y ella había guardado en su bolso, por error, ya que solía leer las tarjetas en la oficina y depositarlas en la bolsa de basura.         Pero como no había tenido tiempo, por los balances y el amor posterior en la oficina, la guardó en su bolso.


-¿Leo o tirarlo a la basura? Léelo pronto, sepa qué mentira él le escribió o mejor, su amigo me escribió!


Betty,

             De la misma manera que la bofetada que me diste hirió mi corazón, supiste curarlo con tus besos y tus caricias. Perdóname por ser un poco violento, esto se estaba saliendo de control. No puedes entender que ya no puedo mantenerme alejado de tu piel, de sentirme uno contigo, de amarte hasta el punto de saciarme. No quiero y no puedo concebir que me vuelvas a rechazar. Si es necesario, cometeré una locura. Pero no quiero pasar tanto tiempo sin volver a sentirla temblar en mis brazos.

Ayer mi alma volvió al cuerpo, volví a la vida, dime que siempre será así. Que sigue siendo mía.

Siempre tuyo,Armando Mendoza.


Y cuando terminó de leer, dejó que algunas lágrimas brotaran de sus ojos.

-Cómo desearía que todo fuera verdad, doctor...

Al día siguiente, era el día de la Junta Directiva, Beatriz llegó temprano y dejó todo preparado. todo lo que se necesitaba era tomar copias de cada balance elaborado para poner en las carpetas. Había escuchado parte de la conversación entre Mário y Armando. Estaba perturbada. Cuando regresó, encontró a Marcela quien, sabiendo que Armando no estaba, entró a la cueva para molestarla.

-Tengo que terminar de preparar las carpetas para la reunión, doña Marcela.

- Tuviste suficiente tiempo para hacer esto. Ahora escúchame. ¿CON QUÉ DERECHO ASTRO A ARMANDO? ¿QUIÉN CREES QUE ERES?

Beatriz estaba desesperada, porque eso debía mantenerse en secreto. Las chicas del cuartel no lo dirían. Seguramente Armando no se lo habría dicho (¿o sí?) En este momento ella ya no confiaba en él). No importaba, no podía dejar que Marcela la humillara.

-¿Sabes por qué pasó? Ciertamente no te lo dijeron todo, doña Marcela. Estaba con mi novio visitando a doña Inesita cuando apareció Don Amando y dijo que yo tenía que volver a la empresa, pues habían cosas pendientes y Nicolás no estaba de acuerdo y fue tras él ...

-¡No me importa! ¡Eres una estúpida! ¿Crees que es importante aquí? Es solo una mujercita, una empleada a más y aunque Armando se arrepintió - se ríe burlonamente al ver que Beatriz tiene lágrimas en los ojos por la mentira - ¡Eso es! Él mismo me lo dijo, se compadeció de ti y por eso te dio una oportunidad. La oportunidad de ser su asistente, una caridad, ¡pero tú, le pagaste así!

Luego de una breve discusión, la asistente le dijó:

- Bien, seńora. No tienes que esperar a casarte con Don Armando para sacarme de aquí: a partir de hoy no tendrás que aguantar más mi presencia, a partir de hoy después de la reunión, Don Armando tendrá mi carta de renuncia en sus manos.

-¿Este es otro de tus juegos para hacerme quedar mal frente a Armando?

-¡De ​ninguna manera señora, la empresa es suya y yo soy la que debería ir!

El lado "B" de BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora