Capítulo 24 _-La noche antes de la reunión

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 Ahora, después de ver el espectáculo, que fue todo un éxito, había llegado feliz y dispuesto a arreglarlo todo con Beatriz. Tan pronto como llega y le cuenta sobre el desfile, ella le entrega el balance maquillado. Él lo deja sobre la mesa, la abraza, le dice que la ama y que necesita saber si ella lo ama y si lo que pasó la noche anterior fue solo sexo como ella lo dice.

- Oh mi Betty, me devolviste la vida. Sé que lo lograremos. ¡Eso lo vamos a lograr! -Le toma la cara para darle un beso -La amo como nunca he amado a nadie.

La abraza y toma sus labios con pasión.

La aprieta contra él.

-El doctor ya te dijo que no me gustan estas cosas aquí en la oficina.

-Sí, lo sé, pero aquí compartimos la mayor parte de nuestros días. Aquí vivimos juntos. ¡Y no hay nadie aquí a esta hora!

-Está Wilson.

-¡Wilson ya debe estar dormiendo, Beatriz! -habla con voz ronca, mientras la abraza.

La apreta contra él.

-Para mí la noche fue muy especial. –Beso- Siéntela de nuevo mía. -Beso- No sabes cómo te quiero, Beatriz. -Dijo, besando sus labios -Mañana a esta hora seremos libres. Marcela ya no existirá para mí.

-¡Sabes que no harás esto, no puedes hacer esto!

-¡Puedo y lo haré! Nada me importa más. ¡SÓLO TÚ! –Beso – ¡Te amo y deseo!

Armando la besó dulcemente, casi un roce, pero pronto invadió esa boca y los besos se volvieron desesperados.

Betty, trató de apartarlo, le dio la espalda, pero Armando actuó rápidamente y la agarró. Besó su orella, bajó hasta su cuello y la sintió temblar.

-¿Te gusta así?

Ella solo gimió, luego continuó lamiendo su cuello, Betty estaba perdiendo la batalla nuevamente cuando él empezó a recorrerla con las manos. Le desabrochó el vestido con una mano, para acceder a esa piel desnuda con su lengua mientras la otra la apretó contra él.

En este momento suena el teléfono. Wilson, que no dormía, le informó que había llegado el taxi que había llamado la doctora Pinzón.

- Ya llegó el taxi que pedio la doctora. -dijó Wilson a Betty

-Ah! Wilson, gracias! Sí, me voy. - dijo, derritiéndose en la boca de él que lambia su cuello y la acariciaba.

-¡Wilson! -dijó Armando tomando el teléfono de las manos de Betty -Ella está terminando (lame) de hacerme un trabajo (besa y lame) para mí. ¡Descartarlo, hombre! Yo la llevo!

-No! - dijo Betty en medio de las caricias

Armando cuelga.

-Doctor,. ¡No creo que haya sido una buena idea!

-Tienes razón, ¡fue genial!

-A Wilson le resultará raroo.

-¡No me interesa!

-Y puedes meterte en problemas...

-¡Mira el tamaño del problema en el que ya estoy! ¡Y quiero aún más!

Él la aprieta aún más, siguiendo el camino de lamer por su espalda, mientras la presiona contra su escritório>La otra mano, pasea por su cuerpo, Levanta la falda de su vestido, Betty gime. Este hombre la está volviendo loca.

-¡Oh, picarona! -se alisa los muslos, sigue en los calcetines, dibujando su flor con sus enormes manos, sobre sus bragas. Él le da la vuelta, la toma y se sienta en la mesa, besándola en la boca.

El lado "B" de BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora